HA DICHO Paulino Rivero que el amanecer de Canarias se producirá en este 2011, cuando en la Península sea todavía de noche. Nos alegramos de ese optimismo, pero habrá que recordar que el paro en Canarias está en el 30%, mientras que en España se encuentra en el 20%, el mayor de los países de la Unión.

Paulino Rivero confía en la recuperación de su tierra, y hace bien en irradiar optimismo ante los suyos. Quizá se refiera a la recuperación manifiesta del sector turístico, situación que sin embargo, y extrañamente, no se refleja aún en la disminución de las listas del paro. Porque mientras no se reactive la construcción, la situación del desempleo no va a variar sustancialmente.

Confía el presidente en que los canarios levantaremos cabeza a lo largo de este año y dice que estamos al final del túnel, viendo ya la luz. ¿Demasiado optimista? Quizá, pero es su obligación, sin pasarse. Es verdad que se nota una cierta alegría en el consumo, no demasiado significativa; pero con el cierre por liquidación del sector de la construcción, con la banca que no presta y con las escasas ayudas a las pymes, la cosa no es fácil.

Insiste Paulino en que en Canarias se dan condiciones que no se dan en España. Puede ser. La crisis de Oriente Medio nos está llenando los hoteles, pero no es suficiente; aunque sea muy importante.

Con el rostro de Zapatero en los telediarios, un rostro que provoca rechazo, no habrá recuperación completa. En cuanto se mande a mudar las cosas empezarán a cambiar. Ya sea que se vaya por su propia voluntad o que le den una patada en las urnas. No parece probable que este inútil aguante hasta 2012. Aunque todo puede ser.

El presidente canario está convencido de que estamos a final del túnel. Que Dios lo oiga. Que no sean sólo frases para contentar a su pueblo, que sufre como ninguno las tarascadas de una crisis sin parangón en la historia de estas islas. Ojalá que esos acuerdos firmados con el Gobierno de España sean beneficiosos para Canarias. Ojalá que se reactive el comercio y que el turismo siga con su ritmo ascendente. Porque los otros datos que tenemos no son buenos: siguen retrocediendo las matriculaciones de vehículos, sigue bajando la recaudación del IGIC, se siguen cerrando empresas, continúan dándose de baja los autónomos y clausurando sus negocios.

Sostiene Paulino Rivero que en este 2011, suponemos que a finales, comenzarán las Islas a sonreír de nuevo. Que Dios lo oiga, cristiano. Porque ello significa que, efectivamente, empieza a amanecer.