A LA MINISTRA Salgado no le gustan demasiado las cajas de ahorros. A nosotros, a millones de clientes de estas entidades, sí. Las cajas son parte esencial del sistema financiero. Su creación y su organización están siendo objeto de cuestión por un Gobierno socialista errático, que no da una con la economía. Salgado no tenía ni idea del funcionamiento del sistema bancario nacional; ha tenido que aprendérselo. Quien manda en estos políticos sin humildad para reconocer su ignorancia es gente como Botín. Gente acostumbrada a ganar 8.000 millones de euros en un año, a cobrar muchos millones de euros al mes y a explotar a sus clientes hasta la extenuación. Gente sin escrúpulos, o al menos con pocos escrúpulos, y sin ningún problema de conciencia. Como no los deben de tener ni Salgado ni su jefe Zapatero.

Las cajas han desarrollado una labor social imponente. Algunas pueden haber sido politizadas, sobre todo por el PSOE, pero otras -como la nuestra, CajaCanarias- han sido y son regidas por personas solventes, imparciales y honorables que han hecho del trabajo un servicio a los demás, que no han percibido por ello esos sueldos de escándalo de los altos ejecutivos de la banca y que, sin embargo, sus entidades son oscuros objetos de deseo de los que dirigen el cotarro bancario en España. Y no hay derecho.

Ahora dicen que Cajamadrid, una de las grandes, tampoco cumple los objetivos de solvencia. ¿Por qué? ¿Quizá porque la preside Rodrigo Rato, que es del PP? Intentaron cuestionar la fusión de las entidades que integran nuestra Banca Cívica porque cuando se realizaron los tests de solvencia les faltaban 400 millones de euros para cubrir los ratios solicitados, sin tener en cuenta que no habían recurrido al FROB (Fondo de Rescate) las cajas participadas, ni siquiera que un fondo de inversión americano, J.C. Flowers, se interesaba por invertir en la nueva entidad. Finalmente Banca Cívica no entró por el aro de los yanquis, con acierto.

Los tinerfeños estamos orgullosos y confiados en nuestra Caja y en las personas que la dirigen. Banca Cívica, si no cae en personalismos, será un gran banco. Pero tiene que demostrar generosidad con todas las entidades integrantes. CajaCanarias, de la mano de Álvaro Arvelo y de sus colaboradores, es una de las principales entidades españolas en solvencia, en dedicación a la región y en amor a la tierra. Esto último es muy importante. Botín y sus esbirros de la economía no pintan nada en el corazón de los canarios. Que le den consejitos a Zapatero y que dejen tranquilas a las cajas, que sobrevivirán mejor sin el acoso de esa panda de legos en economía que nos gobiernan ahora y de sus consejeros aúlicos.