LA CONVERSIÓN en bancos de la cajas de ahorros españolas era, al parecer, inevitable. Y como quien da primero da dos veces, CajaCanarias entabló conversaciones con Caja Navarra para formar una entidad sólida que se adelantara a los acontecimientos. Nació Banca Cívica, una idea original de Enrique Goñi, responsable de la entidad navarra, secundada inmediatamente por Álvaro Arvelo, presidente ejecutivo de CajaCanarias. Luego se adhirieron al proyecto la Caja de Burgos, que aparece también como fundadora, la sevillana Cajasol, con más pasivo y recursos que las anteriores y parece que también la más pequeña de Guadalajara. Fallaron Ávila y Segovia, que eligieron otro destino.

A la Banca Cívica, que no pasó el test de solvencia al no haber acudido al FROB y elegir en aquellos días a la inversora americana J.C. Flowers como socio privado, la ha puesto el Banco de España como guía para que muchas otras entidades imiten su ejemplo. Desechada la inversora USA (pedía un porcentaje innegociable de la nueva entidad), Banca Cívica acudirá probablemente al FROB, sin olvidar a inversores privados que deseen entrar en ella, con determinadas condiciones.

Los pasos que han dado los integrantes de Banca Cívica son muy pensados. En estos momentos se negocia la jubilación anticipada de unas 1.500 personas, en condiciones muy interesantes para ellas. Sobran empleados a causa de las sinergias adquiridas y de los servicios comunes que exigen menos personal a su cargo. Se unifican esos servicios y la presencia de Banca Cívica en España será prácticamente total. Banca Cívica, además, ha sido la primera entidad española en emitir participaciones preferentes adaptadas a Basilea III. 200 millones, concretamente, cuyas condiciones han sido ya registradas en la CNMV. El valor nominal de cada participación preferente es de 1.000 euros.

Con todo esto queremos decir que mientras por ahí se habla de las cajas y de su desastre, de su remodelación y de sus peligros, CajaCanarias supo buscar alianzas estratégicas a tiempo y crear un banco que será todo un referente para los próximos años. Una vez más tenemos que ponderar la figura de Álvaro Arvelo y del equipo que ha creado, en el que destacan muchos tinerfeños bien formados, llamados a desempeñar puestos importantes en la banca del futuro.

No está dicha la última palabra. Un día, Canarias tendrá su banco nacional. Y en este banco nacional pintarán mucho las entidades nacidas en las Islas y que han trabajado por su riqueza. Pero mientras llega ese momento tenemos que aplaudir iniciativas como la de Banca Cívica, en la que los tinerfeños estamos tan bien representados.