NACHO González no se pone al teléfono. La excusa es que está de viaje. Pero el verdadero motivo reside en que está a punto de cerrarse un acuerdo histórico del Centro Canario Nacionalista (ahora sí cobra énfasis lo de "nacionalista") con Coalición Canaria. ¿Absorción? ¿Colaboración? No se sabe todavía el modo, pero sí se sabe que la operación cariño está cumplida (letra de una vieja canción de Michel, ganadora de un Festival del Atlántico).

Dicen los analistas políticos, que los hay, que con esta unión y la colaboración, todavía en veremos, del PNC, se logran dos cosas: una, la unidad nacionalista de facto. Dos, de veintidós a veinticuatro diputados. Esto lo dicen los analistas optimistas, que también los hay. El PP viene arreando, pero su ola, en las autonómicas, es limitada. El PSOE se encuentra irremisiblemente hundido. La imagen del pobre Zapatero, que ni renuncia ni lo renuncian, hace el resto.

Las cosas van despacio en el nacionalismo porque todo lo tiene que hacer Paulino. Claudina es un florero. Paulino ha de ir a Madrid, como consejero de Turismo, a dar la cara a Fitur; Paulino tiene que hablar con Nacho González y con Juan-Manuel García Ramos porque Claudina no tiene poder, ni carisma. Cuando las cosas desbordan a Javi González Ortiz es Paulino quien pone lo que hay que poner sobre la mesa. Son los defectos de un partido en el que siempre ha mandado el carisma. Si fueran religiosos serían carismáticos.

Ahora lo que tiene que mostrar Coalición Canaria a sus compañeros de viaje es generosidad. ¿Por qué no Nacho y Juan Manuel, en puestos para salir, en la lista del Parlamento de Canarias? Así se construye el nacionalismo que nos lleve a donde nos tiene que llevar. De acuerdo en que los tres primeros puestos por Tenerife sean para Coalición, por ejemplo, pero los dos siguientes deben ser para PNC y CCN, en el orden que se estime. A esto llamamos nosotros generosidad. Y sentido común.

Es interesante la nueva alianza con el CCN, que tiene ciertos medios y bastante predicamento. Nacho González es un buen gestor; lo ha demostrado siempre pero ahora, con su madurez, en el Ayuntamiento de Santa Cruz, donde ha llevado a cabo una gestión social muy interesante. Parece mentira, de niño de papá este político ha adquirido solidez, capacidad de maniobra y calidad personal. Ya no dice tonterías, ha aparcado su suficiencia, se ha humanizado. Ha cambiado para mucho mejor.

En fin, bienvenida la unidad nacionalista. Paulino se la está currando, pero era un clamor. De grito en el desierto ha pasado a sustanciarse. Ahora queda salvar las diferencias con el PNC y firmar.