Los saharauis cuyas solicitudes de asilo en España fueron rechazadas inicialmente tras arribar a Fuerteventura en una lancha neumática están a la espera de que se resuelvan sus recursos a esa decisión, cuya presentación ha ultimado ya la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

CEAR ha solicitado públicamente al Gobierno que admita a trámite las peticiones de los rechazados, diecisiete de un grupo formado en total por veintidós, alegando el "alto riesgo" que corren de ser devueltos a las autoridades marroquíes.

Los abogados de esta entidad se ha encargado de tramitar esos recursos, según ha confirmado hoy el coordinador en Canarias de la organización, Juan Carlos Lorenzo.

El responsable regional de CEAR explicó que sus abogados se desplazaron ayer a Fuerteventura, donde los diecisiete afectados están aún retenidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral, y pudieron finalizar las últimas peticiones de revisión de las decisiones de no admisión de las solicitudes de asilo.

En consecuencia, la organización espera que la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior, competente para dictaminar sobre si se aceptan o no los argumentos de los recursos y, por tanto, si se reconsideran las solicitudes rechazadas en primera instancia, emita una respuesta mañana, miércoles, ya que el plazo legal para contestar a ese tipo de recurso es de dos días, dijo.

Juan Carlos Lorenzo declaró, además, que CEAR espera que las autoridades españolas resuelvan a favor de los saharauis, admitan a trámite sus peticiones de asilo y, en consecuencia, posibiliten que se queden en el país y sean puestos en libertad, como ha ocurrido con los otros cinco integrantes del grupo cuyas solicitudes se aceptaron desde el principio.

Justifican esa postura tanto por el contexto actual del Sáhara Occidental, marcado según CEAR por "las continuas violaciones a los derechos humanos que se vienen produciendo" en los últimos meses, como la propia "vulnerabilidad" de los afectados, que "se han colocado en una situación de riesgo" al dejar patente su oposición al régimen marroquí en medios de comunicación, expuso.

Y añadió que, ante una situación así, "se debería ser sensible con el asilo y, al menos, dispensar la protección mínima que supone la admisión a trámite" de las solicitudes de todos los afectados.

Algo que recalcó que es viable "sin menoscabo de que luego, en el análisis más pormenorizado de las solicitudes de asilo, se sustancie de una manera más profunda cada uno de los testimonios de cada caso concreto".

Lorenzo anticipó, en todo caso, que los saharauis aún contarían con otras vías para tratar de evitar la expulsión del país y su devolución a las autoridades marroquíes si se volvieran a rechazar sus peticiones, como "acogerse a recursos meramente administrativos, bien sean de reposición o contenciosos administrativos", en su calidad de inmigrantes irregulares.

Todos ellos arribaron en una lancha neumática en la que tomaron tierra por sus propios medios el pasado 5 de enero en Fuerteventura.