PARA los independentistas canarios, en general serios y conscientes, y especialmente para los militantes del Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Africano de Canarias, el MPAIAC, esta huelga de controladores españoles nos sirve para sacar conclusiones positivas y reafirmarnos en nuestras posiciones por arrebatar cuanto antes nuestra soberanía nacional. La realidad social canaria y los planteamientos del colonialismo determinan en cada momento nuestros pensamientos y nuestras tácticas de lucha, ya que, para nosotros, los independentistas revolucionarios, la verdad de nuestro combate debe inspirarse en la práctica de cada momento y en las actitudes de nuestro enemigo colonial, pues las tácticas de nuestro combate de liberación deben corregirse a tenor de los planteamientos del enemigo, es decir, de las actitudes de esa monarquía bananera europea que nos coloniza, heredera de las casas de Trastámara, Austria y Borbón, que se niega a descolonizar los restos de su antiguo imperio colonial en África del Norte, como en 1975 hizo Portugal, país vecino, forzado por los militares portugueses progresistas, que habían tomado conciencia en nuestro continente de que había que descolonizar cuanto antes y no perder el tiempo con las inútiles guerras coloniales.

La reciente huelga de los controladores españoles ha servido para que muchos canarios del común se dieran cuenta de dónde estamos, que no es en Europa, sino en el continente africano, a pesar de los planteamientos reaccionarios y antipatrióticos del "Aula Paulina", que rodea y aplaude el actual medianero administrador de esta colonia, don Paulino Rivero, que dice que nos va a colocar en Europa y sacarnos del continente africano al cual pertenecemos. Resulta que muchos empresarios canarios y el "Aula Paulina", que revolotea alrededor del actual presidente administrador de esta colonia, siguen opinando que el turismo, sector terciario fluctuante (en manos de multinacionales extranjeras del turismo), es la base fundamental de nuestra economía y que se deben olvidar los otros sectores de la economía, el primario, agricultura y ganadería, y el secundario, industria conservera, pesca, astilleros, flota canaria, industrias de transformación, etc., en beneficio de un sector tan aleatorio como es el turismo, sector que depende de guerras en Europa, volcanes, crisis económicas, caída del euro y otras monedas europeas; también de huelgas de controladores españoles o de otras naciones europeas, o, si se ponen farrucos los colonialistas españoles con nuestro país vecino, Marruecos, de la torre de control de Casablanca, que es la que controla todos los vuelos europeos que llegan a Canarias, porque al ser archipiélago de un Estado no tenemos nuestra propia ZEE, sino que estamos en aguas internacionales o de los países vecinos, en este caso Marruecos.

Estas son las realidades pragmáticas y no las especulaciones de Coalición Canaria o del actual PNC y el "Aula Paulina", neoeuropeístas de tres al cuarto que ahora se han inventado estos canarios de levita, que quieren transformar estas islas africanas en una plataforma europea mercantilista y financiera para reconquistar el continente africano. El nuevo plan del mercantilismo monárquico español en Canarias es todo por y para la metrópoli, y los restos, para los colaboradores canarios de servicio en las islas. El mercantilismo europeo e internacional y las multinacionales, interesados en las riquezas del continente africano, quieren establecer en este archipiélago una base de vigilancia y control de África, ignorando los deseos de los patriotas canarios, que luchamos incansablemente desde hace 46 años por la independencia.

Continuando con las repercusiones de la huelga de controladores españoles, si Canarias fuera ya la República Federal Canaria, habríamos extendido nuestra Zona Económica Exclusiva a 350 millas y todos los vuelos que llegaran a Canarias procedentes de Europa serían controlados por la torre de control que tendríamos en Lanzarote, sin tener que pasar por la de Casablanca, como ahora. Si hubiera huelgas en España, podríamos recibir los vuelos desde Portugal, que cedería el control a nuestra torre de Lanzarote, o si vinieran de otras partes de Europa y tuvieran que atravesar Marruecos, este país africano vecino nos pasaría el control a las torres de control canarias. Como es lógico, Canarias tendría muy buenas relaciones con nuestros países vecinos, Marruecos, Portugal y Mauritania, no sólo por las relaciones aéreas, sino sobre todo marítimas, ya que el porvenir de Canarias no estará basado en el turismo, sino en el mar; ese mar que nos rodea y divide será el futuro que nos una cuando podamos controlarlo una vez que dejemos de ser archipiélago de un Estado europeo para convertirnos en un Estado archipielágico africano, la futura República Federal Canaria, nuestra nación.

Hay un aspecto que tocamos de vez en cuando y que debemos tener en cuenta para soluciones futuras de nuestro problema colonial. Quien conquistó y sojuzgó a las Islas Canarias y al pueblo guanche fue la monarquía medieval española en el siglo XV. Durante siglos fueron los intereses de la corona dominante en España los que explotaron y saquearon esta parte de nuestro continente, llegando incluso al tráfico de esclavos con nuestros antepasados guanches y sus beneficios se llevaron a la metrópoli. Además, Canarias fue la base de apoyo de la corona española para sus conquistas en América, así como para sus razias africanas en el continente. Luego hay una responsabilidad primigenia de la corona española con Canarias que no se puede negar.

Personalmente, no creo que ningún partido político español, de la tendencia que sea, tenga interés en la descolonización de Canarias o de los territorios que posee aún en Marruecos, pues todos son iguales de colonialistas. Es, pues, un deber histórico de esta monarquía manifestarse públicamente sobre la cuestión antes que los partidos políticos españoles que cada cuatro años gobiernan provisionalmente el país y sus colonias.

La monarquía española, lo hemos dicho en muchas ocasiones, nunca supo descolonizar sus colonias como hizo la Gran Bretaña. Pudo hacerlo en América y Oceanía, y nada hizo. Lo de la Guinea Ecuatorial fue un desastre como lo llevó a cabo, lo del Sahara, ahí está; ahora sólo le quedan como territorios coloniales Canarias, Ceuta, Melilla, islas Chafarinas y los islotes de Alhucemas, Vélez de la Gomera y Perejil. La corona española debe saber que los partidos políticos que provisionalmente gobiernan en Madrid son una cuestión accidental provisional, pero que el deber histórico de descolonizar le corresponde a quien históricamente conquistó estos territorios, a no ser que ante una negativa secular sobre esta cuestión llegue una república a la metrópoli en el futuro, con una visión descolonizadora que no tenía ni tuvo la última del 31.

Mientras tanto, aquí en Canarias, los patriotas debemos ir ganando las calles con manifestaciones pacíficas en reclamación de nuestros justos y legítimos derechos nacionales. En 1970, el MPAIAC presentó ante el presidente del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (en aquella época, el Comité de los 24), un Memorándum, el primero de la historia, solicitando que dicho Comité estudiase el problema colonial de Canarias. En 1972 y 1974, en reuniones que tuvieron lugar en Argel, donde estuvieron invitados todos los movimientos de liberación africanos allí establecidos, el representante de dicho Comité de las Naciones Unidas me indicó que, como el gobierno español no había presentado en su día, cuando ingresó en la ONU, a Canarias y los otros territorios como colonias, sino como provincias de ultramar, era necesario que como la OUA había establecido el 20 de julio de 1968, en la única declaración solemne de esta organización continental, que Canarias no era una parte de España, sino de África, y que la OUA, en las Naciones Unidas, estaba considerada como el grupo continental africano a efectos de votación ante ciertos problemas continentales, plantease, pues, el problema como grupo de países ante la Asamblea General, sin tener que pasar por la IV Comisión de la ONU o Comité de Descolonización, con lo que se obtendría que la Asamblea General exigiera entonces a España la descolonización con un calendario rápido y el MPAIAC, como Movimiento de Liberación Africano, se comprometiese a presentar un Anteproyecto de Constitución ante las Naciones Unidas para que a la vista del mismo se votase en todo o en parte ese proyecto de la futura nación a descolonizar.

A título de información, dicho Anteproyecto fue publicado posteriormente aquí, en Canarias, en el periódico independiente de más tirada en el archipiélago, como es EL DÍA, durante seis meses, entre septiembre de 2007 y marzo de 2008, donde puede consultarse.

Todo esto fue estructurado durante años por la diplomacia del MPAIAC, que buscó los apoyos necesarios en nuestro continente así como en los países amigos de Europa, Asia, América y Oceanía, y en febrero de 1978 se dieron las condiciones necesarias para el éxito de nuestras gestiones. Claro que, a finales de febrero de 1978, los partidos españoles, reunidos en su totalidad en la cámara en Madrid, a la unanimidad menos una sola excepción, la de un sacerdote catalán, el padre Xirinach allí presente, votaron condenando la decisión de la OUA, reunida en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores en Trípoli (Libia), que había decidido el envío y viaje a las Naciones Unidas del secretario general de la OUA, Mr. Eteki, del Camerún, y una delegación del MPAIAC, presidida por su secretario general, para descolonizar Canarias inmediatamente.

Ante la unanimidad manifiesta de todos los partidos españoles de todas las ideologías sobre la cuestión canaria, condenando a la OUA, el gobierno de Madrid así apoyado, para toda clase de soluciones, incluso el crimen con el clásico puñal del godo, organizó y preparó el conocido internacionalmente como atentado terrorista de Argel, el 5 de abril de 1978, que, posteriormente, la propia Audiencia Nacional española tuvo que reconocer como un acto de terrorismo de Estado, el 14 de julio de 1990 en los tribunales de Madrid e indemnizar sólo, en el año 2003, a la persona del secretario general del MPAIAC con la ridícula cantidad de 150.000 euros.

Actualmente, en Canarias, la lucha continúa contando con la simpatía y apoyo de una gran parte de nuestra población y también del periódico independiente EL DÍA, el más leído de las islas, mal que les pese a la prensa española y al gobierno. Dice la filosofía china que las marchas de miles de kilómetros comienzan por un pequeño paso y que hay que recordar el pasado para que nos sirva de guía para el futuro. Nosotros, los independentistas canarios serios y conscientes, y no folclóricos advenedizos de última hora que buscan sólo obstaculizar nuestra marcha, sabemos que todo movimiento revolucionario conoce flujos y reflujos. Lo importante es sacar las experiencias necesarias para arrancar al final nuestros justos y legítimos derechos nacionales, que llevamos reivindicando internacionalmente desde hace 46 años, cuando se fundó el MPAIAC y la bandera nacional de las siete estrellas verdes. Pero para ello es necesario que se conozca cuál es la principal contradicción que tiene ante sí nuestro pueblo colonizado, que es el colonialismo español. No podemos permitir que vengan otros a querer elevar a principal otras posibles contradicciones secundarias que surgirán en su día, para distraer la obtención de la meta final. Además, sabemos que demasiados cocineros estropean el puchero, que es lo que les interesa a los enemigos de nuestra patria canaria.

La huelga de los controladores españoles nos ha dejado, pues, una experiencia y enseñanzas que debemos aprovechar para fortalecer nuestra lucha y abrir los ojos a los canarios que no quieren ver las realidades de dónde estamos situados y las soluciones.

cnc@elguanche.net mpaiac@elguanche.net cubilloantonio@hotmail.com