El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, defendió ayer que las instituciones de las Islas sean las que gestionen sus aeropuertos y rechazó que estas infraestructuras "de interés general" para el Archipiélago se privaticen.

Tras culminar el acto de celebración del XXXII aniversario de la Constitución Española, celebrado ayer en el Parlamento de Canarias, y cuestionado por los periodistas, Rivero precisó, no obstante, que en la futura gestión de los aeropuertos de las Islas, que se negocia con el Ministerio de Fomento, no se descarta la entrada de una participación "minoritaria" de capital privado canario, así como de los cabildos, ayuntamientos e, incluso, del propio Estado.

Rivero incidió en que la crisis de los controladores ha evidenciado las diferencias "espectaculares" que hay entre Canarias y la Península desde el punto de vista del transporte, razón por la cual justificó la necesidad de que sea la Comunidad Autónoma la que gobierne sus puertos y aeropuertos "para no depender de decisiones que se tomen en Madrid".

En este sentido, avanzó que solicitará al ministerio que preside José Blanco que se "agilice" la constitución de un "sistema singular para Canarias", aunque reconoció que, en este caso, "la hoja de ruta" la marca el citado departamento estatal. "Se negociará cuando toque", apuntó Rivero.

Al respecto, y sobre la situación generada por los controladores aéreos, el presidente canario afirmó que aún no hay un dato preciso que permita cuantificar el volumen de las pérdidas ocasionadas en el Archipiélago, pero sí avanzó que apoyaría "sin ninguna duda" la prórroga del estado de alarma si fuese necesario. "La decisión la compartimos plenamente, porque aquí lo que tiene que prevalecer es el interés general, y para ello hay que utilizar todas las herramientas democráticas", manifestó Paulino Rivero, quien abogó por no "aflojar ni un punto" en el pulso lanzado por los profesionales del control aéreo.

"No es el momento de pasteleos ni de nuevas negociaciones con un colectivo de privilegiados que una vez sí y otra también nos la juegan", sentenció.

Por otro lado, el presidente regional dijo estar de acuerdo "al cien por cien" con el discurso institucional del presidente del Parlamento, Antonio Castro, quien manifestó que es "imprescindible" el diálogo y el "consenso valiente" para respaldar las medidas que no admiten demoras y para tratar la "hoja de ruta" que nos saque de la "encrucijada" y permita devolver a la sociedad el "equilibrio", la "ilusión" y el "bienestar" que echa en falta.

Rivero defendió que su Gobierno ha venido practicando desde el principio de la legislatura el diálogo que pide Castro, y como ejemplo puso la firma de acuerdos como el pacto por la economía y el empleo, el de la calidad y la competitividad del turismo, la estrategia de desarrollo industrial, y la Ley de Medidas Urgentes.

"El diálogo ha primado en Canarias y con el Estado, y está dando sus frutos en acuerdos importantes que están ayudando a Canarias a salir antes de la crisis que la Península", subrayó Rivero, quien adelantó que "hablaremos con todos" de los proyectos de ley que hay en trámite y que requieren el apoyo del resto de fuerzas políticas parlamentarias.

Contenido al autogobierno

Precisamente, Antonio Castro apuntó ayer que futuras reformas en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía deberán dar "contenido real" al autogobierno de las Islas. "Es preciso recordar a los gobiernos de España y de la Unión Europea" que ante los hechos diferenciales de Canarias "están obligados a utilizar la máxima sensibilidad y a sostener y aumentar la solidaridad que nuestras carencias requieren", destacó Castro en su discurso.

El presidente del Parlamento aseveró que las futuras reformas constitucionales y estatutarias, abordadas desde el consenso, deben dar "contenido real al autogobierno canario", ante los retos de la realidad de las islas, la situación política del área, el desarrollo del tratado de la UE, las resoluciones de la ONU para el entorno norteafricano y la globalización.

En su intervención, Antonio Castro pidió "colaboración" y "unidad" para afrontar la crisis económica, y evocó el espíritu de consenso que llevó hace 32 años a la aprobación de la Constitución Española.

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