Dolor o picazón en el conducto auditivo, no entender alguna palabra, tener dificultad para seguir una conversación, elevar en exceso el volumen de la radio o la televisión o aislarse del entorno son sólo algunos de los síntomas que pueden alertar de que una persona está perdiendo audición. Asimismo, los tapones de cerumen, la presbiacusia, la otitis y la otosclerosis suelen ser los trastornos más frecuentes que aparecen por los efectos que el envejecimiento en el órgano auditivo.

De hecho, según un reciente estudio de GAES, un 43 por ciento de la población cree que su audición ha empeorado con la edad, y un 58 por ciento de las personas con más de 50 años reconoce no oír bien. La alteración del sistema auditivo afecta directamente a la calidad de vida de las personas. Así, acciones tan cotidianas como escuchar la televisión o seguir una conversación telefónica pueden suponer un problema.

Con el objetivo de ofrecer información sobre el oído y algunas pautas para prevenir posibles problemas de audición, GAES ha puesto en marcha un ciclo de conferencias que se impartirán en siete centros de mayores de Gran Canaria y en siete centros de Tenerife del 29 al 3 de diciembre.

Las charlas ofrecerán algunas de las claves y consejos para disfrutar de una buena salud auditiva. Se desmitificarán tabúes entorno a la pérdida de audición y se insistirá en la importancia de realizar revisiones auditivas periódicas para prevenir la aparición de este trastorno.

Los expertos recuerdan que los problemas de audición conducen a un progresivo aislamiento, al abandono de aficiones, a cambios de hábitos. En una sociedad cada vez más envejecida como la española, el problema empieza a alarmar y ya son muchos los que recuerdan que la solución está, como en otros muchos casos, en la prevención.

Los especialistas recomiendan realizarse una revisión del oído al menos una vez al año. De esa forma se puede detectar rápidamente cualquier problema auditivo y adoptar a tiempo la solución más adecuada para paliar la pérdida, antes de que sea irrecuperable. Basta con realizar cada año una audiometría, una prueba muy sencilla e indolora que puede realizarse en centros especializados sin ningún tipo de coste.

Además, hay que recordar que, en muchos casos, la pérdida de audición relacionada con la edad puede ser hereditaria, por lo que acudir a revisiones periódicas puede prevenir la aparición de este trastorno o que éste no se agudice si ya ha aparecido.

LA TERCERA AFECCIÓN

La pérdida auditiva es ya en España la tercera afección en importancia después de la artrosis y la hipertensión. Se estima que cerca de 3 millones de personas, un 8 por ciento de la población, tienen algún problema de audición. Sin embargo, no prestamos la adecuada atención a este órgano, y descuidamos su cuidado. Así se desprende de que más de la mitad de personas confiesan no haberse sometido nunca a una revisión auditiva.

Una vez conocido el diagnóstico, las soluciones pueden ser muy diversas. Actualmente, gracias a los avances de la tecnología, existen soluciones auditivas personalizadas, en función del alcance de la pérdida auditiva. En este sentido, los expertos insisten en que los audífonos actualmente se adaptan completamente a nuestras necesidades, tanto funcionales como estéticas.

Precisamente por esto es necesario terminar con los tópicos, con imágenes preconcebidas que no ayudan a solucionar un problema que se irá haciendo más grande, a medida que pase el tiempo, si la persona que lo padece no se pone en manos de un especialista.