Si hace poco más de dos años la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias -que por entonces dirigía Mercedes Roldós-, calificaba como "éxito" la puesta en marcha de un sistema que reforzaba "las medidas para facilitar a las personas con diabetes el seguimiento y control de su enfermedad a través de las oficinas de farmacia", el decreto de medidas extraordinarias para la reducción del gasto público aprobado el pasado 3 de noviembre acaba con este sistema y establece la obligatoriedad de que los diabéticos acudan a los centros de salud para recoger las tiras.

El Gobierno justifica esta decisión aludiendo a que se trata de una medida de ahorro económico, puesto que se deja sin vigor el convenio firmado con los farmacéuticos del Archipiélago. Sin embargo, las asociaciones de personas con diabetes de las Islas aseguran "no entender qué es lo que se ahorra".

En concreto, el gerente de la Asociación para la Diabetes de Tenerife, Francisco Darias, asegura no entender el cambio. "Los centros de salud no están preparados para este tipo de cosas. Para empezar no tienen lugar para almacenar este tipo de tiras y tampoco para repartirlas. El personal que hay ya de por sí está saturado de trabajo y ahora se les impone esta nueva función", indica.

En este punto, cabe recordar que según los últimos datos disponibles, la prevalencia de la diabetes en Canarias se sitúa ya cerca de los 200.000 casos.

"Hemos intentado ponernos en contacto con el nuevo consejero de Sanidad, Fernando Bañolas, para trasladarle que esta decisión nos parece un disparate y que verdaderamente no servirá para ahorrar nada y, sin embargo, colapsará los centros de salud y mermará la calidad de vida de los enfermos, puesto que muchos -los insulinodependientes-, necesitan hacerse hasta diez controles diarios. ¿Qué van a hacer, ir al centro de salud a cada momento para conseguir algo que ahora mismo obtenían en cualquier farmacia?, indicó.

Darias asegura que, "por el momento, el consejero no nos ha recibido ni nos ha dado una fecha, pero el tiempo se nos acaba para intentar parar este despropósito".

Canarias era una de las cuatro únicas comunidades autónomas en las que se había puesto en marcha este sistema de libre acceso a las tiras reactivas para el autoanálisis de la glucosa en sangre, incluyendo el suministro del material necesario para el control de su enfermedad, lo que desde la Administración se vendió como "un gran avance para el control y la prevención de la diabetes en el Archipiélago".

Precisamente en 2008, la Consejería justificaba el convenio con los Colegios de Farmacia insistiendo en que con ellos "se refuerzan las medidas para hacer más efectivo el seguimiento y control de las personas afectadas por la diabetes en las Islas, ya que las tiras reactivas hacen más práctico el control diario y el ajuste de la insulina a las personas diabéticas". Además, se destacaba la mayor accesibilidad a esta herramienta de medición, puesto que existen más farmacias que centros de salud y tienen un horario más amplio.

"Esto es un verdadero retraso para las miles de personas que padecemos esta enfermedad y a las que, después de dos años de funcionamiento de un sistema, se nos obliga a cambiarlo y a que nos organicemos para ir a los centros de salud, que tienen un horario limitado que, además coincide con la jornada laboral, y que no tiene por qué quedarnos cerca", se queja Darias, que, no obstante, confía en que "con voluntad política" este asunto se arregle.

Respecto a la propuesta realizada por el Gobierno por la que se procederá a la compra centralizada de tiras para ahorrar los costes, la ADT también desconfía, recordando que no todos los medidores son iguales ni sirven para todos los casos. "¿Van a obligar a un niño a que utilice un medidor más grande del que hasta ahora tenía para ahorrar unos céntimos", sentenció Francisco Darias.

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