La mayoría de las mujeres fallecidas en Canarias en lo que va de año víctimas de violencia de género no habían denunciado con anterioridad a su agresor "por miedo" o "por dependencia económica y emocional".

Así lo afirmó este jueves a los medios la jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer en Canarias, Ruth García Orozco, tras el minuto de silencio y la lectura de un manifiesto ante la sede de la Delegación del Gobierno en la capital grancanaria con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, en el que participaron una veintena de personas.

Aseguró que para la Ley Integral de Violencia de Género se contabilizan ocho casos en Canarias, siete confirmados y uno en investigación. "La cifra es muy elevada y hay que seguir luchando en todos los campos", añadió.

Recordó que en el archipiélago se registraron cinco víctimas mortales en 2009, por lo que en lo que va de 2010 ha habido un incremento. Detalló que la mayoría de las mujeres fallecidas no había denunciado previamente "por miedo, dependencia económica y emocional, pero sobre todo muchas veces es la amenaza clara del agresor de que si denuncia va a acabar con su vida".

"La mayoría de las víctimas no habían denunciado estos hechos y es una cuestión que animamos a hacer porque existe todo un sistema legal, policial y judicial y social de ayuda para todas las mujeres. La puerta de entrada es siempre una denuncia para que a nivel policial y judicial se puedan establecer medidas", reiteró.

"NO HAY UN PERFIL DEL MALTRATADOR"

García hizo especial hincapié en que "no hay un perfil del maltratador ni una clase social, cultural y económica, sino que la violencia ataca a todos los estratos de la sociedad y en todos los niveles desgraciadamente porque sigue estando muy presente en la estructura social y eso hace que sea más difícil de combatir y de erradicar".

En cuanto a la propuesta del Gobierno central de reformar la ley para retirar la custodia de los niños al maltratador, la responsable consideró que ésta "es una medida necesaria porque el maltratador tiene que sentir que el hecho de maltratar le va a hacer perder algo más que a una pareja y que la sociedad entienda que un hombre que hace eso a su pareja no es un modelo de padre".

A este respecto, argumentó que "se está usando muchísimo el régimen de visitas para seguir en contacto con la mujer y, por tanto, para seguir incidiendo en conductas de violencia de género y de intentos de control y dominio". Ello influye en que "las mujeres no pueden rehacer su vida y los niños son víctimas directas de violencia de género", apostilló.

EFECTO IMITACIÓN

Cuestionada por un posible efecto imitación, planteó que "una persona que tiene decidido acabar con su pareja puede adoptar un modelo si ha visto otro precedente". "No está tan demostrado que eso incite a matar, sí en la forma, pero el que tiene decidido matar a su pareja lo tiene decidido independientemente de otros factores externos", justificó.

Añadió que "siempre se acude a factores externos como la crisis o el alcoholismo, pero no son factores determinantes porque hay personas que beben o están en crisis y no lo pagan con sus esposas".

A su entender, las campañas de sensibilización "sí llegan a la población pero es una labor muy lenta, ya que hay que construir toda una estructura social que lleva miles de años, en el que la mujer era una simple posesión del hombre".

AUMENTA EL PORCENTAJE ENTRE ADOLESCENTES

Ruth García incidió en que el fenómeno de violencia de género "no es exclusivo de una clase social y tampoco está limitado a una edad". "Es alarmante el porcentaje de casos que existe entre los adolescentes", advirtió.

En este sentido, resaltó que dentro del Plan Director para la Seguridad y Convivencia Escolar la Delegación del Gobierno está impulsando en todas las islas una serie de charlas en centros de educación para concienciar e informar a la juventud de la violencia de género.

"Que sepan que si tu novio te llama 40 veces al móvil, si te controla las llamadas, si controla cómo vistes, si decide quiénes van a ser tus amigos, eso es violencia de género. Eso no es amor, sino control, y el paso inicial para una relación que va a acabar en violencia", remarcó.

Comentó que el mayor porcentaje en denuncias se da entre los 25 y los 35 años, entre adolescentes no se denuncia tanto, pero admitió que "es cierto que es muy difícil que un adolescente tenga la información y el valor a esas edades de plantarse delante de una comisaría y denunciar".

En cuanto a los niños que presenciaron la muerte de su madre a manos de su padre en Tenerife, último episodio de violencia de género en las islas, dijo que los Servicios Sociales se han hecho cargo de la asistencia psicológica de la familia y le consta que los pequeños están con familiares.