La llegada de cinco pateras a Lanzarote en el último mes empieza a preocupar al Gobierno de Canarias. La consejera de Bienestar Social, Inés Rojas, dijo ayer en el pleno del Parlamento que "hay que estar ojo avizor" para que si se vuelven a abrir las rutas marítimas de la inmigración clandestina Canarias no se vea "una vez más en solitario afrontando la situación".

Rojas dijo que hasta el último mes habían llegado doce pateras a Lanzarote desde principio de año, pero en el último mes han llegado otras cinco. "Empieza a preocuparnos" la llegada de embarcaciones y también el anuncio del Frontex de que dejará de vigilar las rutas de inmigración desde el occidente africano, dijo la consejera.

Pese a estas últimas llegadas, la consejera afirmó que hay síntomas de que se está ralentizando la llegada de inmigrantes, incluyendo en este concepto a todos, no sólo a los clandestinos, pues en Canarias "se dan todos los tipos posibles": la laboral, la de jubilados de la UE, la de retorno de Venezuela, la clandestina en patera y cayucos y la inmigración infantil.