El año pasado se atendió a un total de 6.187 nuevos pacientes toxicómanos en las unidades de atención a las drogodependencias de Canarias, además de 4.000 que siguieron tratamiento con metadona y 600 que fueron ingresados en las unidades hospitalarias de desintoxicación. Así lo indicó ayer la consejera de Sanidad, Mercedes Roldós, con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de la unidad de atención a las drogodependencias situada en La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, donde se ha atendido a 200 pacientes en lo que va de año, la mayoría adictos a heroína, alcohol y cannabis.

El Archipiélago cuenta con un total de 33 unidades de atención a las drogodependencias, que es el primer lugar donde se atiende a las personas que sufren alguna toxicomanía, informó la consejera. Además, el archipiélago cuenta con cinco comunidades terapéuticas, que son centros de carácter residencial orientados principalmente a la deshabituación y la rehabilitación de los drogodependientes que no pueden seguir con garantías su tratamiento de forma ambulatoria.

Igualmente, existen tres unidades hospitalarias de desintoxicación situadas en hospitales, donde se acomete el tratamiento del drogodependiente en régimen de internado.