El coordinador del Consejo Territorial de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), José Luis García, afirma que si el sistema electoral canario sólo exigiera un 5% de votos válidos a nivel insular (como proponen los socialistas), "seguro que llegábamos al Parlamento en 2011", afirma. A pesar de que es complicado, "no descarto una sorpresa", acota. Al contrario de otros partidos que ya anuncian alianzas, UPyD prefiere ver antes los resultados de los comicios.

"Pero lo que sí tenemos claro es que ya está bien de CC en las instituciones y apoyaremos a las formaciones que consigan sacarlos porque el clientelismo creado por ellos es insoportable para la economía canaria y hace falta una regeneración democrática", dice.

Y es que los nacionalistas, además de "hacer las cosas mal", llevan "demasiados años gobernando", lo que hace necesario un pacto que incluya a otras formaciones que no han gobernado hasta ahora. De lo contrario, "dentro de poco habrá más régimen de CC que régimen de Franco". Hay canarios, añade, que votarán en 2011 por primera vez y que siempre han visto gobernar a CC.

Cree que CC no tiene por qué seguir siendo de forma indefinida el partido bisagra que siempre forme gobierno. "Apelo a la responsabilidad de PP y PSOE sobre este asunto para que no permitan más que CC siga metiendo sus raíces en las instituciones", señala. "El día que salga de ellas, va a costar mucho desmontar la estructura del clientelismo de CC", insiste.

Teme que en las Islas pueda pasar como en el País Vasco, donde el nuevo Ejecutivo tiene problemas para desmontar una estructura "muy bien hilada durante años" por el PNV, lo que impide a los nuevos gobernantes desarrollar sus políticas.

Además, "es vergonzoso que CC destroce la imagen de los canarios en el Congreso por un plato de lentejas", lo que considera un "ejemplo del problema que tenemos con CC". "Una cosa es la defensa de Canarias y otra, la de CC", remata.

El "germen del problema" electoral en Canarias es que el actual sistema contempla que la Cámara es un órgano de representación territorial, cuando la participación del territorio debería ser la mínima expresión combinada con la equidad entre los ciudadanos para evitar los desequilibrios que se dan entre el voto de un canario de una Isla mayor frente a los de las Islas menores. "Los territorios no tienen derechos, sino los ciudadanos", asevera. "Ni los votantes del PP ni los del PSOE defienden lo contrario".

Por eso, UPyD quiere "pescar" votos entre los simpatizantes de los dos grandes partidos que están descontentos con sus dirigentes, que insisten en desoír a las bases. En todo caso, García prevé que en las próximas elecciones CC, PP y el PSC tendrán menos votantes. "Lo importante de verdad es que la abstención será mayor que las pasadas elecciones porque los partidos han agotado la paciencia de los ciudadanos y ya no creen en el sistema", alerta.

Esta situación entraña un peligro: se abre la puerta a fuerzas minoritarias que canalizarán ese descontento, por lo que puede haber partidos "ultra" de todos los sentidos. También teme que si el voto "castigo" a CC se dirige al de otras formaciones nacionalistas, éstas serán de corte insularista, como CCN o NC, lo que hace peligrar la unidad canaria, "pues defenderán derechos insulares".

Cree que el paro irá a peor, al menos dos años más, por lo que el próximo Gobierno tendrá que efectuar una restricción del gasto público "a extremos nunca conocidos", una planificación del gasto social "porque será insoportable" y reestructurar la Administración (lo que a su vez llevará más gente al paro), en vez de recortar en educación "porque ahora más que nunca hay que invertir ahí".

Por este motivo, el Estado debe contar con herramientas de control que le permitan vigilar a las Comunidades. "Es increíble que la UE tenga sobre España más control que España sobre sus propias autonomías", critica.

García pide tanto al presidente canario, Paulino Rivero, como al vicepresidente regional, José Manuel Soria, que se marchen de la política.

Propuestas polémicas

La propuesta electoral de UPyD incluye una reforma constitucional para convertir a España en un país federal "donde prime el interés de los ciudadanos en vez de el autonómico" con una delimitación precisa de las competencias que "deben ser exactamente las mismas para Canarias que para Cataluña" e, incluso, la devolución de ciertas transferencias de las regiones al Estado para garantizar la igualdad de los españoles.

Aboga también por la desaparición de las provincias que, en el caso canario, no llevaría necesariamente a una única circunscripción ya que "hay que potenciar la figura de los cabildos" en detrimento de los ayuntamientos o de la Comunidad, a la que "le sobran unas cuantas consejerías" que deberían asumir las corporaciones locales. "La gente entiende la necesidad de una mayor eficiencia del gasto, pero los políticos se oponen a desmontar esta estructura porque genera muchos cargos", alega. En relación a El Hierro, que con unos 10.000 habitantes creó hace menos de tres años un nuevo municipio, señala que "eso no tiene sentido por mucho que la gente lo pida". "Una cosa es defender el sentimiento de pueblo y otra la unidad administrativa", aclara. Y lo mismo para el resto de las Islas, añade. García se pregunta qué harían los propios habitantes de El Hierro si les dicen que deben pagar de su bolsillo cuatro administraciones locales. "¿Se aumentarían los impuestos para hacerlo? Tendría que verlo".