El presidente del Gobierno estatal, José Luis Rodríguez Zapatero, afrontó ayer la primera jornada del que, seguramente, será el debate sobre el estado de la nación más difícil de los que ha tenido que vivir hasta ahora. Sólo su partido, el PSOE, "salvó de la quema" al jefe del Ejecutivo, cuyo discurso fue recibido "con preocupación" por Coalición Canaria (CC), mientras que para el Partido Popular transmitió "falta de credibilidad".

La diputada nacional y portavoz de CC en el Congreso, Ana Oramas -que intervendrá hoy-, afirmó que el discurso de Rodríguez Zapatero tuvo un "tono plano y gris", y subrayó que el Gobierno sigue sin reconocer "no sólo la necesidad de reformas estructurales, sino de medidas que activen la economía y pueda ayudar a crear empleo".

En la misma línea se mostró su compañero de partido en las Islas, José Miguel Barragán, quien dijo "no entender" por qué el presidente del Gobierno de España no aprovechó su intervención de ayer para anunciar nuevas medidas que ayuden a reactivar la economía.

Más críticos que los nacionalistas se mostraron, como era de esperar, los diputados del PP Pablo Matos y Manuel Fernández. Mientras que el primero consideró que el discurso de Zapatero fue "una interpretación", sin realizar un análisis de la realidad, el segundo subrayó que de las palabras del jefe del Ejecutivo se desprende una "falta de credibilidad" y de "convicción" que no son tolerables para una persona que tiene que gobernar un país.

Matos insistió en que la falta de propuestas nuevas y de reconocimiento de la realidad son motivo suficiente para que el líder del PP, Mariano Rajoy, le solicitara la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones.

El punto opuesto a las críticas los pusieron las parlamentarias socialistas Gloria Rivero y Gloria Gutiérrez, para quien José Luis Rodríguez Zapatero no sólo pronunció un discurso "cargado de compromisos", sino que también supo sacar "lo positivo" de la crisis, sin sumirse en un estado de "depresión". Ambas diputadas destacaron, además, la apuesta por el consenso realizada por el presidente, al que podrá sumarse "todo el que quiera".

Al margen de estas tres formaciones, también se pronunció ayer sobre la intervención de Zapatero el Centro Canario-CCN, quien calificó de "dramática" la situación nacional, y dijo que el presidente está "grogui". Además, criticó la labor de los diputados canarios en Madrid, tanto los que militan en el PP y el PSOE, de los que dijo que son "insensibles" con Canarias, como los nacionalistas, de los que afirmó que sólo hacen el "paripé".