Se supone que con el final del Mundial de Sudáfrica y el debate sobre el Estado de la Nación se acaba la temporada y comienza realmente el verano, lejos de la política. Zapatero intentará aprovechar el triunfo de la Selección Española en beneficio propio. Existe una notoria euforia en la calle que Zapatero intentará arrimar a su sardina, como hace siempre.

El ridículo que hizo en Europa el presidente del Gobierno, y con él España, tras cumplir su mandato como presidente de turno de la Unión, intenta paliarlo con símiles deportivos, pero no cuela. Zapatero es un desastre como gobernante y lo mejor que podía hacer es mandarse a mudar, por el bien de su país.

El PSOE ha tomado algunas medidas para detener su crisis de estupidez. Ha mandado a callar a Leire Pajín, por ejemplo. A Bibiana Aído le han dicho en el partido que no presuma tanto de la igualdad que todos deseamos cuando se producen muchas muertes violentas en España de mujeres inocentes que no encuentran acogida y atención en el tinglado que se han montado para proteger -en vano- a la mujer de la violencia machista. Menos palabras sobre igualdad y más protección para estas pobres inocentes.

El país se merece un descanso porque la tensión que ha vivido en los últimos meses ha sido terrible. Aquí en Canarias las cosas se pondrán peor tras el verano: el paro sigue en el 27% de media y la economía no prospera. El propio Díaz Ferrán, presidente de los empresarios españoles, ha dicho lo que todo el mundo sabe: que la reforma laboral de Zapatero es una chapuza y que lo seguirá siendo, y será rechazada por Europa por insuficiente, si el Parlamento no la corrige por la vía de las enmiendas al proyecto presentado.

En fin, que llega la necesaria y reconfortante pausa, pero nos espera un otoño de aúpa, un otoño de espadas afiladas, pensando ya en las municipales, insulares y autonómicas de 2011. No hay que perder de vista a una crisis que tiene al país al borde del abismo. No hemos visto lo peor. Todavía queda saber si los bancos estarán en condiciones de soportar el tirón y si las cajas van a resistir los embates de la economía. La torpeza de este Gobierno nos ha puesto a todos en la encrucijada y nadie ve el final del túnel. Ni siquiera después de haber ganado el Mundial. Pero a este país le hace falta, más que nunca, un merecido descanso. El descanso del guerrero.