Derimán Ichazagua salió desde la olvidada Esero (El Hierro) rumbo a Tamarant con sólo ocho años. Con la llegada a la Universidad de La Laguna, su accidental paso por la Casa de Ossuna y su encuentro con la magna obra de Viera y Clavijo, logró identificarse con "nuestros ancestros los guanches, en el sentido amplio y genérico, como gentilicio aplicable a todos los canarios", asegura.

La ONU fijó 2010 como fecha límite para erradicar el colonialismo en el mundo. ¿Conseguirá el Archipiélago la independencia en esa fecha? Si España no accede, ¿qué medidas debe adoptar el pueblo canario?

La Resolución 1514 que invita a todos los países a descolonizar no se va a cumplir por España, en el caso de Canarias, debido a los enormes beneficios que reporta a la primera la explotación secular que la invasión da origen a partir de 1402. La solución libertaria estaría en la lucha pacífica sin descanso a través de continuas manifestaciones y otro medios, como la búsqueda de apoyos externos, básicamente en países de nuestro entorno africano, y el establecimiento de un Gobierno canario que represente la Unidad por la Descolonización e Independencia en el exilio.

¿Qué diferencia supone la independencia para Canarias frente a su situación actual en temas como la ampliación de la zona económica exclusiva marroquí, la explotación de recursos naturales o la eventual extracción de petróleo de las aguas marinas?

Con la independencia nuestras potencialidades se harían realidad, cosa que con la actual colonización es imposible, pues bien sabe la metrópoli que nuestra economía plenamente desarrollada supondría un golpe definitivo en la línea de flotación del colonialismo, que necesita para su perpetuación, como el agua, de una total dependencia económica. En definitiva, nuestra más que posible autosuficiencia rompería el nudo que nos ata a España desde hace seis siglos. El ser dueños de nuestro mar y nuestro cielo y de nuestros 13 territorios insulares (incluyendo al Archipiélago Chinijo) alejaría definitivamente el fantasma de las apetencias territoriales marroquíes, que sibilinamente tratan de incrustarse en la sociedad guanche actual a través de muchos factores.

¿Una Canarias independiente podrá delimitar de igual a igual sus fronteras con Marruecos y el resto de los países del entorno, incluido Portugal?

Canarias, con la independencia, estaría facultada por el Derecho internacional a delimitar sus fronteras, tanto marítimas como terrestres y aéreas. Y en defensa de nuestra legítima pretensión no necesitaríamos un ejército, sino el firme apoyo de los organismos internacionales. Además, la independencia de Canarias iría unida a la del pueblo saharaui y a nuestra reivindicación sobre las Islas Salvajes, usurpadas por Portugal, y sobre la franja del territorio continental frente a Canarias, actualmente en manos de Marruecos y lugar originario de nuestros antepasados.

¿Qué ventajas aportaría a la economía canaria la independencia?

La independencia, como reza un eslogan inveterado, es no sólo la mejor solución, sino la única solución para nuestro pueblo guanche. Es la herramienta que acabaría con el largo ciclo de crisis, imposibles de parar con las referidas dependencias a lo largo de nuestra historia, que cuando no era el azúcar era el vino, o la cochinilla, para luego pasar al tomate, el plátano o las flores, con el consiguiente castigo para nuestro pueblo, condenado a abandonar, entre lágrimas de dolor, a sus cónyuges, hijos y país, camino de una emigración forzada por el invasor español, que aquí se queda, cual ave de paso, en los puestos de la administración colonial, como si nuestra tierra fuera su finca particular, como ave de rapiña. Con la independencia pasaríamos del monocultivo del turismo al pleno desarrollo de todas nuestras potencialidades. Pasaríamos de una economía dependiente del exterior a una economía diversificada, acorde con nuestras necesidades y recursos de futuro, que ahora están sin desarrollar porque constituyen la base de nuestra esclavitud colonial al Estado español. Estamos dentro de una especie de tautología, de contradicción permanente: El colonialismo español no puede permitir en Canarias una economía independiente, pues conduciría a la tan ansiada independencia política de nuestro pueblo. En definitiva, la dependencia económica constituye la base esencial de la perpetuación secular del colonialismo español.

¿Qué futuro tiene la independencia con Coalición Canaria o con cualquier otro partido, excluidos los de ámbito estatal, en el Gobierno de las Islas?

Sus altas esferas -piénsese en Ana Oramas, recalcitrante españolista siendo guanche de nacimiento, su apellido la delata con suficiencia- se decantan claramente a favor de la dependencia colonial. Pero dentro de su seno, como caballos de Troya, se han enquistado verdaderos independentistas que intentan construir una Canarias libre. Mencionamos, porque es de justicia, a nacionalistas verdaderos como Hilario Rodríguez o Mateo López, que tienen en su haber el hecho de que su partido haya asumido nuestra Bandera Nacional de las Siete Estrellas Verdes, creada en Argel por MPAIAC, liderado por Antonio Cubillo, uno de los padres de la Nación Guanche. Tanto las individualidades independentistas dentro de CC, como el resto de grupos del espectro verdaderamente nacionalista, deberían entrar a formar parte, sin perder su personalidad, en lo que llamamos Unidad por la Descolonización e Independencia del Archipiélago Canario, que ya existe y tiene en su haber la gran manifestación del 24 de octubre del 2009 y la del 6 de marzo de este año, en Chinet y Tamarant, respectivamente. Por cierto, que venimos preconizando, al igual que se hizo en Cabo Verde y Guinea Bissau, la denominación de la necesaria Unidad de las fuerzas independentistas, como Unidad Africana para la Descolonización e Independencia del Pueblo guanche. Lo de africana vendría a poner en evidencia nuestra pertenencia al Continente africano, nuestra identidad Amazight y sería el vehículo para generar simpatías y los apoyos necesarios entre los países de Ataram, el Occidente africano, en pos de nuestra liberación. En definitiva, somos claros, tanto con los elementos aprovechables de CC, como con otros partidos nacionalistas. La independencia es imposible sin la unidad, porque la desunión es cooperar claramente con el colonialismo. Y no podemos argüir que la unidad caerá por su propio peso, como fruta madura. También hay que laborar por la misma, porque el destino no puede ser cambiado, pues, aunque la inclina, no obliga.

¿Cree que los jóvenes de CC terminarán dando un giro soberanista a esta formación?

No sólo creemos que los jóvenes de CC están capacitados para dar un giro independentista, sino que estos pueden y deben apoyarse en los veteranos nacionalistas que, por diversas circunstancias, se han visto inmersos a entablar la lucha en esta organización. Dichos jóvenes y veteranos ya lograron que el partido asumiese la bandera tricolor. Y estuvieron a punto de convertirla en bandera nacional canaria, si no hubiese sido por el voto contraria de los partidos españoles PP y PSOE.

¿Qué opina de aquellos que dicen que hay que esperar por la independencia? En caso de ser así, ¿en qué quedaría el plazo señalado por la ONU, porque el estatus de colonia de Canarias es indubitable?

Siendo indudable la condición colonial de Canarias, la ceguera de algunos canarios sólo se puede explicar por la brutal aculturación de nuestro pueblo por parte de la metrópoli y el miedo generado tras la invasión hasta hoy. Pero, en realidad, sólo podemos confiar en nosotros mismos. Como dice el refrán "ayúdate que te ayudarán". Así que dejémonos de plazos y empecemos por lanzarnos a la reclamación de nuestros derechos nacionales, gritemos fuerte al mundo y a los distintos organismos internacionales y países libres de la comunidad universal, especialmente los de nuestro entorno geográfico e identitario, los países africanos; en concreto los que se extienden desde el oasis de Siwa, en Egipto, hasta Canarias, de Este a Oeste, y desde el Mediterráneo hasta el Río Senegal.

¿Hasta qué punto la división entre las fuerzas nacionalistas canarias ha frenado la independencia de las Islas?

Recurrimos a otro refrán: "agua pasada no mueve molino". Con lo cual deseamos construir el futuro desde el presente. Y el presente nos demanda como conditio si ne qua non la unidad con mayúsculas, porque sin ella no es posible la independencia, a la que llegaremos después de un proceso de descolonización, por el cual la potencia colonizadora deberá cumplir con las obligaciones internacionales, bajo los necesarios auspicios de Naciones Unidas. De modo que dejemos de echarnos cosas a la cabeza, todos somos necesarios, y hagamos tabla rasa del pasado; fuera viejos rencores y miremos sólo por el bien de nuestro pueblo, por la única solución para Canarias: la independencia. Nuestra lucha en esta primera etapa no es social, es política, por lo cual habrá que aparcar la lucha ideológica de la lucha de clases.

¿Cree que la crisis internacional favorece las reivindicaciones soberanistas? ¿Qué pasa en el caso concreto de Canarias?

Claro que cualquier crisis, y especialmente esta de 2010, pone más al descubierto la auténtica realidad económica, social y política de nuestro pueblo: el hecho lacerante del colonialismo. Con las cíclicas crisis, consustanciales al sistema capitalista, la situación colonial se recrudece. Porque la potencia colonizadora nos quita hasta las migajas que en las épocas de bonanza le permitían mantenernos callados y adormecidos en la percepción de la auténtica naturaleza depredadora del colonialismo. Por ello, las crisis fomentan la toma de conciencia del pueblo, pero cuidado con que lleven también a la desesperación. En vez de ello, la forma de concienciarnos debe llevar a unirnos para acabar con el expolio colonial, teniendo especialmente en cuenta nuestra configuración geográfica.

¿Es viable la economía de las Islas sin las ayudas europeas?

La historia de Canarias, desde los albores de la invasión, allá por 1402, empezó manifestándonos la imposibilidad de la autosuficiencia, y tuvimos desde entonces que recurrir a la cruel emigración. Y hubo una causa fundamental: prohibición colonizadora para desarrollar nuestras potencialidades. Incluso se nos prohibió la lengua y la posibilidad de vivir juntos. Había que separar al pueblo, pues los invasores, que eran minoría, tenían miedo a los guanches alzados. Sabían que si nos uníamos peligraba su dominación. Ahora, en pleno siglo XXI, Europa, que nos saca hasta la cera de los oídos a través de Hacienda, nos lanza otras migajas en forma de "ayudas", con la intención de que no nos rebelemos. Son como las baratijas con las que son engañados los inocentes nativos, a los que se les deja sin su oro y piedras preciosas. Por tanto, Europa que nos deje con lo nuestro y que no nos engañe junto a España, permita nuestra liberación y el subsiguiente desarrollo integral de nuestras riquezas latentes pero reales, aparte de la devolución de nuestro patrimonio económico que roba España desde hace siglos y ahora también Europa.