APETICIÓN de Zapatero, el Papa Benedicto XVI lo ha recibido durante media hora en el Vaticano. Se habló de la ley de Libertad Religiosa que promueve el PSOE y de la enseñanza en España, referida seguramente a lo que atañe a la religión católica en los colegios públicos y subvencionados.

Aunque le pese al PSOE y aunque le pese a Zapatero, España es un país católico. Aquellos que dijeron que España había dejado de serlo, durante la República, provocaron una terrible matanza de religiosos, una guerra civil y cuarenta años de dictadura. Y un millón de muertos, porque unos mataban en nombre del laicismo y del agnosticismo y otros en nombre de Dios. Igual de ruines los dos bandos, igual de terribles sus actos, porque casi nunca hay buenos del todo ni malos del todo.

Ahora va Zapatero al Vaticano a hacerse la foto con el Papa, como fue a Washington a hacerse otra con Barack Hussein Obama. Hace tiempo que Zapatero, que es un inútil intelectual, vive de fotos. El Vaticano justifica la presencia de ZP ante el Papa en su condición de presidente de turno de la Unión Europea. Y no del hombre que ha mandado quitar los crucifijos de los centros públicos, que le hurta honores militares de 900 años de antigüedad a la Custodia toledana, otro símbolo del catolicismo, y que ha reformado con argumentos pueriles una Ley del Aborto que irrita a la jerarquía católica. Y que amenaza con convertir una Ley de Libertad Religiosa en una cruzada contra la propia Iglesia. Este es Zapatero y este es el hombre que ha ido a visitar al Sumo Pontífice a cambio de una foto.

Desde los tiempos del inefable López Aguilar como ministro de Justicia comenzaron los acosos del Gobierno de Madrid a la Iglesia Católica, muchas veces con declaraciones desafortunadas del histriónico canarión, afortunadamente ya fuera de la gestión política en España. Zapatero no sólo no atajó estos ataques sino que parecía apoyarlos, al menos con su silencio cómplice. Y ahora está ante el Papa.

Es tiempo de reconocer la labor de la Iglesia, incluso en esta época de crisis. Las ONG Cáritas y Manos Unidas han realizado acciones muy importantes para paliar el hambre en España y para culminar proyectos humanitarios en todo el mundo, en el caso de Manos Unidas.

La Iglesia es una institución comprometida con la situación española y sólo recibe palos del Gobierno. Pero el Papa recibe a Zapatero. Que tome nota el presidente del Gobierno español del cachetón sin manos que le ha dado la jerarquía católica. Con el broche final de que el Pontífice haya accedido a la foto. Pero nos parece que Zapatero ni con la foto con Benedicto XVI se salva de la quema.