UN COMENTARIO publicado aquí esta semana que acaba de terminar ha dado, al parecer, en el clavo. Ahora todos los cronistas y analistas del país parecen coincidir en que ni Zapatero ni Rajoy dieron la talla en la cumbre que ellos mismos protagonizaron: ninguno de los dos aportó una solución para reconducir la economía de este país, ni siquiera del encuentro salió una propuesta. Rajoy dice que Zapatero le dijo a todo que no, desde la reforma del mercado laboral a otras urgencias estructurales. Que le devolvió todos los balones, sin aceptar ni una sola de sus sugerencias.

Sólo la reorganización de las cajas de ahorros y Grecia (¿a santo de qué?) concitaron acuerdos. Acuerdos que ya se verán, porque ya se sabe que el objetivo del PP es cargarse al PSOE y el objetivo del PSOE es cargarse el país.

Pero no todo sucede en Madrid. Durante la fugaz visita a Tenerife de la titular de la cartera gubernamental de Sanidad, Trinidad Jiménez, la ministra confesó no saber nada de la deuda histórica del Estado con la Comunidad Autónoma de Canarias en cuanto a la factura sanitaria. Una deuda que Canarias cifra en 1.400 millones de euros. El Gobierno de Paulino Rivero, haciendo un ejercicio de tancredismo, dice en su defensa que ha escrito dos cartas a la ministra reclamando dicha deuda. ¡Dos cartas en 2009, Dios mío! Como si las cartas fueran a ser leídas por los ministros, que cada vez leen menos.

Cualquier dirigente de una comunidad autónoma a la que el Estado le deba 1.400 millones de euros lo que hace no es escribir cartas, sino plantar a media docena de políticos del pacto en Madrid a reclamarla y, por supuesto, tampoco apoyar los presupuestos socialistas, como ha hecho Coalición Canaria, ni darle vida al PSOE en la subida del IVA, como también ha hecho CC, ni nada parecido. Por 1.400 millones de euros, lo que sea.

A veces tenemos la sensación de que somos medio tontos con Madrid. No sólo existe esa deuda histórica en la sanidad, sino un complejo histórico a la hora de reclamarla. Como si ese dinero no fuera de los canarios. Fíjense hasta dónde hemos llegado que la ministra del ramo ignoraba dicha circunstancia. Tuvo que venir a Tenerife para que alguien se la recordara.

¿Y qué pasará ahora? Pues que en los presupuestos generales del Estado que aprobó CC no está contemplada la deuda. Y porque ese monto de 1.400 millones, con tanto pago a Grecia y con la crisis monumental, no existe, no nos lo pagarán en un buen tiempo.

Y si esto es así, ¿qué hace Coalición Canaria dorándole la píldora al PSOE en el Congreso de los Diputados? ¿Es que no le da vergüenza?