Las montañas submarinas canarias han sido elegidas para un proyecto puntero de investigación que podría avalar su propuesta como áreas protegidas por la UE, para lo que se estudia la fauna -sobre todo cetáceos-, los fondos y las características oceanográficas de estas islas sumergidas, de las que hay poca información.

El proyecto es el denominado "LIFE-Indemares" y su objetivo en Canarias es estudiar en profundidad las montañas submarinas de los bancos de Amanay y del Banquete, en Fuerteventura, así como el banco de la Concepción, en Lanzarote, para destacar su importancia para la biodiversidad marina europea y decidir su integración en la Red Natura 2000.

Según informaron fuentes de la investigación, el proyecto ha iniciado su segundo año de trabajo con el estudio de diez áreas marinas de la región atlántica, mediterránea y macaronésica.

Las áreas de estudio son el Cañón de Avilés, Banco de Galicia, Chimeneas de Cádiz, Seco de los Olivos, isla de Alborán y conos volcánicos, Delta del Ebro-Columbretes, Cañón de Creus y Canal de Menorca, además de las citadas "islas sumergidas" canarias.

El proyecto, que comenzó el 1 de enero de 2009, se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2013 y cuenta con un presupuesto de 15,4 millones de euros, cofinanciado por la Comisión Europea en un 50 por ciento.

La Fundación Biodiversidad coordina el proyecto que, en el caso de Canarias, está dirigido por Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC) para los trabajos sobre cetáceos.

También es socio de la Fundación Biodiversidad para "Indemares", el Centro Oceanográfico de Canarias del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Precisamente, en coincidencia con el inicio de las campañas de investigación sobre ballenas y delfines que realiza la SECAC en la zona sur de Fuerteventura, en los bancos de Amanay y Banquete, se han embarcado técnicos de la Comisión Europea con los investigadores para aprender cómo se trabaja en el mar con los cetáceos.

Las montañas submarinas se consideran enclaves de especial relevancia a nivel internacional y los técnicos de la Comisión han vivido en Canarias la experiencia de un día en una campaña de investigación de cetáceos: observar y aprender a identificar las especies marinas de la zona, como delfines mulares, cachalotes y zifios, y estudiar su comportamiento.

También pudieron comprobar cómo se utilizan distintas técnicas de identificación de cetáceos, como el hidrófono para realizar censos acústicos, al tiempo que investigadores del IEO, otro de los socios del proyecto, les acompañaron en la campaña para explicar los estudios sobre los hábitats que desarrollan en esa misma área.

La SECAC, que prepara un intenso calendario de campañas para los próximos dos años, estudia la distribución, abundancia y estructura de las poblaciones de cetáceos de las citadas montañas submarinas para tener el conocimiento científico necesario que permita considerar su protección como de interés prioritario para Europa.

Habitualmente la SECAC trabaja con un equipo de diez personas y combina métodos de censos visuales y acústicos con marcas de seguimiento por radio o satélite y estudios de identidad de las poblaciones de ballenas y delfines en Canarias.

Para ello cuenta con especialistas de Italia, Alemania, Portugal y Bélgica, además de investigadores españoles, y muchos de ellos realizan su tesis doctoral en ámbitos como la acústica de los calderones grises, tropicales y cachalotes, la alimentación de los cetáceos y cómo se distribuyen y utilizan el hábitat los delfines mulares, zifios, cachalotes y calderones grises.

Durante el primer año del proyecto "Indemares" el Centro Oceanográfico de Canarias realizó una campaña en el área submarina de Fuerteventura-Gran Canaria para detallar la fauna de los fondos de estos ecosistemas y para ello se realizaron pescas con nasas, palangres verticales de fondo y de deriva entre los 30 y los 1.500 metros de profundidad.