Ya lo había advertido la Administración local de Los Llanos de Aridane. Los daños que el mar causó en la playa de Puerto de Naos reprodujeron lo sucedido con la tormenta tropical "Delta" en 2005. La playa casi ha desaparecido y con ella los miles de metros cúbicos de arena depositada por la Dirección General de Costas hace cinco años. Ahora, el ayuntamiento llanense no quiere que se vuelvan a realizar más parches, sino soluciones urgentes para garantizar definitivamente el perfil de la playa.

El alcalde, Juan Ramón Rodríguez Marín, que analizó lo ocurrido en la playa junto a los técnicos municipales, ha lamentado la tardanza de Costas en ejecutar un proyecto "que lleva en sus manos desde hace años y al que se le ponen pegas de todo tipo cuando resulta que es similar a muchos otros que se han desarrollado en otras partes del país, de Canarias o de la misma Isla".

Rodríguez Marín se entrevistará el próximo martes en Madrid con el subdirector general de Sostenibilidad, Miguel Velazco, y el miércoles con la directora general de Costas, Alicia Paz, acompañado por el diputado palmero José Luis Perestelo en busca de soluciones urgentes y efectivas para el litoral de Puerto de Naos.

Desde la Alcaldía se entiende que "después de lo que ha vuelto a ocurrir no caben más ambigüedades y dilaciones, sino una voluntad política clara y firme para materializar el proyecto. No entendemos el conflicto que tiene el dique. Sólo hemos escuchado voces discordantes. Pero esperamos que haya una respuesta contundente hacia los informes que desaconsejan su ejecución porque supuestamente afecta a la Reserva Marina".

Daño económico

Esa protección debe garantizar la estabilidad de la playa, según entiende el alcalde, porque "de ella depende el bienestar económico de este núcleo turístico y, por extensión, de una parte de la ciudadanía del Valle de Aridane". Lo importante, añadió, "es que no se acarreen más daños para las familias que viven del ocio y el turismo en Puerto de Naos porque la playa esté en estas condiciones pésimas. El ayuntamiento ha hecho sus deberes, siguiendo las instrucciones que Costas dio. Ahora toca mover pieza a otros, incluido el Partido Socialista que ha estado jugando a política con este tema tan necesario".

Quizás, afirmó Marín, "el problema es presupuestario (el proyecto cuesta unos 12 millones de euros), pero eso nos afecta, como ocurre con otras inversiones que se impulsan, ya que entendemos que se deben alentar las obras públicas para generar empleo".