Los trabajadores canarios consumen más medicamentos que la media estatal porque "las condiciones de trabajo son peores" en las Islas. Así lo aseguró ayer Carmen Marrero, secretaria de Salud Laboral de Comisiones Obreras (CCOO) en Canarias.

Marrero, junto al director general de Drogodependencias, Fernando Gómez-Pamo, presentó ayer una campaña de sensibilización para prevención del uso inadecuado de fármacos en el ámbito laboral.

Según la secretaria de Salud Laboral, un estudio de la Fundación Canaria para la Prevención e Investigación de las Drogodependencias (Funcapid) sobre el consumo de drogas en el Archipiélago ofrece datos preocupantes.

"El 18,2% de la población ha consumido tranquilizantes en alguna ocasión y el 6,8% ha hecho uso de somníferos, mientras que la media nacional se sitúa en el 13% y el 6% respectivamente", dijo Marrero, que destacó que el origen de este consumo inadecuado suelen ser "unas malas condiciones laborales".

La responsable de Salud Laboral del sindicato explicó que las malas condiciones laborales y la gran presión que en ocasiones han de soportar los trabajadores les llevan a consumir determinados fármacos "para aguantar".

Riesgos laborales

Marrero explicó que la prevención de riesgos laborales debe integrar "la evaluación de los riesgos psicosociales" de cada puesto de trabajo, para evitar el uso inadecuado de fármacos.

En este sentido, destacó que "la segunda fase" de esta campaña consiste "en formar a los delegados sindicales para la mediación en drogodependencias" en el entorno laboral, ya que el abuso de los fármacos puede llevar a situaciones de adicción.

La intención última sería "proteger" al trabajador para que no pierda su empleo y establecer "protocolos a seguir" para abordar ese tipo de situaciones.

Sobre los fármacos que más se consumen, Gómez-Pamo destacó que en primer lugar se encontraban los tranquilizantes como la benzodiacepina y les siguen los antiinflamatorios.

Marrero añadió que dependiendo de cuál sea el entorno laboral los fármacos cambian. Así, si se lleva un trabajo físico son más comunes los antiinflamatorios, mientras que entre los docentes o los sanitarios se utilizan más los tranquilizantes. "Queremos mejorar las condiciones de vida de estos trabajadores", añadió.