Reprimir el sufrimiento que desencadena la pérdida de un familiar o ser querido y optar por no exteriorizar ese proceso "normal" de duelo, algo que es cada vez más habitual "porque la muerte tiene muy mala prensa" en la sociedad actual, puede crear problemas de salud.

Así lo aseguró ayer el responsable de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, Marcos Gómez Sancho, en la presentación de la actividad desarrollada desde febrero en el centro por el equipo del nuevo programa de atención integral a personas con enfermedades avanzadas, que también presta atención al duelo de sus familiares y en el que colaboran la Fundación La Caixa y La Fundación Canaria de Investigación y Salud (Funcis),

Sancho destacó que el programa presta atención específica y formación a los profesionales que trabajan con los enfermos terminales, algo que agradeció porque en el Negrín, dijo, se producen entre doce y catorce muertes por semana.