El Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha fallado: que un político reciba regalos, siempre que no sea a cambio de favores, no es delito. Quizá a partir de ahora la sagaz María Farnés Martínez, teniente fiscal Anticorrupción de Canarias, no le preguntará más a Miguel Zerolo por la lámpara que le regaló Ignacio González en Navidad y que no valía más de treinta euros.

Gastar el dinero del Estado en investigar chorradas me parece impresentable. Y se investigan tantas chorradas que ustedes se asustarían si las conocieran. Se trata de mezclar la justicia con la política y así no hay quien viva. Pero el tiempo pone todas las cosas en su sitio. El tiempo y la Justicia, esta vez con mayúsculas. Camps ha sido exonerado y el tribunal ha decretado el sobreseimiento libre del asunto. El archivo, vamos.

Y fíjense si la cosa era o no un asunto político que la Fiscalía Anticorrupción y el Partido Socialista van a acudir, en casación, al Tribunal Supremo. Cogidos de la manita. Manda huevos.

Ya que hablamos de asuntos de este tipo, me gustaría saber, por ejemplo, si es verdad que la casa de La Mareta, donde veranea Zapatero y ha vivido el Rey, vulnera la Ley de Costas. Si la vulnera debe ser derribada, como son derribados sin piedad los hoteles de toda España que cometen infracciones. Invito al Sindicato Manos Limpias, que ha conseguido llegar hasta donde nadie ha llegado en el sentido de echar mitos abajo, a que investigue este asunto. Y que, en su caso, actúe.

Porque en este país todo el mundo está investigando y está siendo investigado. No sólo han convertido España en un solar sino que los socialistas han creado un territorio de sospechosos, donde el presunto culpable es culpable del todo y donde el inocente es presunto inocente. Así nos va.

Y así transcurre el verano. Camps ha tenido la elegancia de no admitir preguntas de los periodistas que pudieran machacar a sus denunciantes; ahora le votarán más valencianos y los socialistas seguirán con la manía estúpida de perder las elecciones en los juzgados. Porque se han olvidado de ganar en las urnas. Todo el mundo sabe cómo llegaron al poder, en qué tristes circunstancias y por cuántos fallos electorales de la derecha española.

En Canarias hay gente que sabe mucho de esto. Por cierto, ¿qué pintaba el tal López Aguilar en el incendio de La Palma? ¿Acaso cogió una manguera? ¿Acaso necesitaba pelotear a Zapatero? ¿Era aquél un tema de partido o de Gobierno? ¿Es verdad que se fue en el avión de la Fuerza Aérea para Lanzarote, con su líder carismático, con su Augusto de andar por casa?