Hay historias que no se pueden resumir en las dos líneas que ocupa un titular. "Todo esto que estoy viviendo es una pesadilla", dice José Luis González, y comienza el relato de esa pesadilla que comenzó el 11 de marzo de 2008.

Ese día, su madre, de 70 años, fue intervenida de un "aneurisma de arteria aórtica" en el servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de Canarias (HUC). Esta intervención "dicen que fue más compleja de lo normal" porque "la aorta presentaba una bisección".

El resultado de esta complicación es que la paciente, que entró por su propio pie en el quirófano y que no tenía otras enfermedades ni demencias, sale con una "grave lesión cerebral". No habla, no coordina, no puede caminar, detalla su hijo.

"Cuando pasa a planta ya se habla de proceso isquémico, pero no se me dan argumentos de por qué mi madre ha quedado así", añade.

Pasado el tiempo, "en el mes de mayo", le piden a José Luis que traslade a su madre al Febles Campos, a lo que se niega en redondo. "Hay denuncias de familiares por el mal estado del centro", argumenta, y además, él subrayó que deseaba que su madre estuviera en un centro donde se le ofreciera rehabilitación. "¿Por qué tiene que estar mi madre en una cama empotrada si puede estar en una silla de ruedas?", dice, como ejemplo, para reivindicar que se exploren todas las posibilidades de recuperación de calidad de vida de la paciente.

José Luis hace hincapié en que, gracias a su insistencia, en mayo de 2008 "una neuróloga evalúa" a su madre, le realizan un TAC y le da el informe pertinente "a finales de junio".

También consiguió que le ofrecieran rehabilitación, aunque su madre "ya tenía el alta administrativa", pero fueron pocas sesiones. "Dijeron que la paciente se quejaba y cómo no se va a quejar si han estado cinco meses sin tocarle un dedo", argumenta.

En octubre "amenazan" a José Luis con "la vía judicial" si no accede a trasladar a su madre al Febles Campos y así termina sucediendo. El Servicio Canario de Salud (SCS) lo denuncia por no llevarse a su madre y el 26 de febrero declaró en el Juzgado de Instrucción de La Laguna que llevaba esta causa.

Demoras en el historial

El 26 diciembre, José Luis decide pedir el historial médico de su madre, pero más de tres meses después aún no lo ha recibido. "Lo normal es que tarden un mes", asegura José Luis Langa, abogado del afectado, que tuvo que intervenir directamente para que lo entregaran.

El letrado, tras el peritaje médico del historial, afirma que "se observa que se ha podido incurrir en una negligencia médica, que ha habido mala praxis", por lo que cuando se realizó está entrevista se estaba ultimando una demanda de reclamación patrimonial contra el servicio de Cirugía Cardíaca del HUC.

José Luis González quiere dejar claro que el personal del hospital trata a su madre de manera excelente. "Con unos mimos y un cuidado, como si fuera su propia madre", explica, pero exige que se le ofrezca un centro "que combine terapia psíquica y física".

Además de todo esto, José Luis jura y perjura que nunca se le dijo ni a su madre ni a él que pudieran existir ese tipo de complicaciones.

"En una consulta previa a la que fue mi madre con otro familiar, se les dijo que de cada 10 que se operaban ocho salían adelante y dos se quedaban en la mesa", relata, para añadir que "en ningún momento le dijeron que iba a quedar con daños cerebrales". "Si nos hubieran advertido, por supuesto que mi madre no se opera", asegura.

Esta negativa hubiera acortado la vida de su madre, pero no habría afectado a su calidad, que ha quedado muy reducida, dice.

La madre de José Luis firmó el consentimiento informado previo a la operación, pero éste argumenta que es una mujer que apenas sabe leer y escribir y que tenían que haberle informado a él, su único hijo, de que existía la posibilidad de sufrir una lesión cerebral de estas características.

Desde la operación, su madre ha sufrido varias complicaciones. La primera de ellas fue una hemorragia que les obligó a volverla a intervenir y otra de una larga lista es la perforación de un pulmón con la sonda nasogástrica, relata.

"Mi madre no está aquí de vacaciones", asegura José Luis que les dijo a quiens le pidieron que se llevara a la paciente al Febles Campos. También realizó una pregunta, a la que afirma que no obtuvo respuesta, y que ahora traslada a los lectores de este artículo: "¿Qué haría usted si fuera su madre?"