Durante febrero, que permanece como un mes inhábil, se celebró un pleno extraordinario al que acudió el presidente del Gobierno autónomo, Paulino Rivero, para explicar las medidas anticrisis de su Ejecutivo. Asimismo, ese mes se habilitó para que la comisión que estudia la reforma del Reglamento del Parlamento se reuniera. El mes de descanso parlamentario también había sido habilitado previamente para que la ponencia y la comisión de Medio Ambiente avanzaran en la tramitación de la Ley de Medidas Urgentes y la subcomisión de Inmigración. De cara al futuro inmediato, el Gobierno pidió la celebración de otro pleno que tendrá lugar el 8 de julio y que servirá para aprobar las modificaciones de la Ley de la Policía Canaria. Los grupos también esperan haber terminado para entonces sus discusiones con la reforma reglamentaria y poderla llevar para su aprobación, pero aún es posible que tanto el Ejecutivo como los partidos propongan preguntas y comparecencias adicionales para ese pleno. El hecho de que el Parlamento canario supere, de media, en un mes, a los tres que suelen parar su actividad cada año el Congreso de los Diputados, así como la mayor parte de las Cámaras regionales, no supone necesariamente que el de las Islas haga efectiva una parada cuatrimestral de sus labores en cada ejercicio. Así lo hizo constar a principios de este año el presidente del Parlamento, Antonio Castro, quien señaló que la Cámara del Archipiélago está entre las que más días inhábiles termina por trabajar cada año.