Las ayudas económicas de particulares a Cáritas Diocesana de Canarias en la provincia de Las Palmas han aumentado en un 300% en los primeros cuatro meses de 2009 respecto a 2008 ante la situación de crisis económica, según informó ayer la organización, que atendió el pasado año a 8.631 personas y prevé que se supere en las islas el 30% de la población bajo el umbral de la pobreza. La directora de Cáritas, Francisca Bonny, presentó ayer los datos de la Memoria Anual 2008 y la campaña por el día de la Caridad, que se celebrará el próximo domingo, acompañada por el delegado episcopal, José Domínguez, la secretaria general, Fátima Díaz, y la coordinadora de Acción Social, Ana Rivero, quien subrayó el aumento generalizado de la demanda y criticó la reducción "considerable de ofertas de empleo" y el retraso de hasta seis meses en la concesión de ayudas de emergencias a los más desfavorecidos, al tiempo que alertó de que la situación de exclusión social y marginalidad está afectando a sectores de la población que "hasta ahora no habían llegado nunca ni a los servicios sociales ni a las Cáritas Parroquiales". De un total de 8.631 personas atendidas durante 2008 por Cáritas en Las Palmas, más de la mitad, 4.526, han acudido a los grupos de Cáritas parroquiales, y la población inmigrante, sobre todo del Magreb, representa en torno a un 35% del total de las personas asistidas en los servicios específicos de la entidad, a quienes su situación administrativa les "veta" para acceder a un puesto de trabajo y a determinados servicios de atención primaria desde la administración pública. El perfil de las personas se corresponde en su mayoría con mujeres en situación de desempleo, cada vez más jóvenes, con hijos, sin cualificación profesional y con necesidades económicas que deben cubrir de forma urgente. "La mayor parte de la demanda es de alimentos, recibos de pago o recetas médicas en tratamientos de salud mental de familias que no pueden cubrir estas necesidades", afirmó.