La función de compensación social que debe cumplir el sistema educativo ha de tener en los comedores escolares uno de sus principales instrumentos. Así lo entiende el Consejo Escolar de Canarias (CEC), que, en su informe al proyecto de orden de la Consejería de Educación que establece el procedimiento de obtención de plazas y las bases de las subvenciones para este servicio, considera "una necesidad imperiosa" que los comedores respondan a la situación de "emergencia social" originada por la crisis económica.

Para ello, el órgano que representa a todos los sectores de la comunidad educativa propone ampliar la oferta de comedores para atender las necesidades de cada centro y aumentar las becas de comensales, "de tal forma que la Administración atienda la alimentación de niños y jóvenes en edad escolar en situación de pobreza".

Asimismo, recomienda que los criterios de distribución de subvenciones a los centros tengan en cuenta las zonas donde la crisis tiene especial incidencia, así como las familias en las que todos sus miembros están en paro, además de desarrollar, junto a la Consejería de Bienestar Social y los ayuntamientos, una política de ayudas para garantizar a los alumnos en situación económica crítica su "alimentación básica".

Otras sugerencias del Consejo Escolar de Canarias en esta materia se refieren a la "paulatina extensión" del servicio a los estudiantes de Secundaria y a la necesidad de favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar de los padres.

Sin embargo, en relación con este último punto, el organismo opina que la orden del Gobierno "prima en exceso la conciliación de la vida laboral respecto a la situación del alumnado que precisa de comedor por razones socioeconómicas y geográficas". En este sentido, los criterios de baremación que recoge el texto "no parecen ni equilibrados ni justos".

Por otro lado, el organismo se muestra partidario de asegurar la plaza de comedor a todos los alumnos usuarios del transporte escolar, "porque -reflexiona- o bien habrían de duplicarse los turnos del transporte, o bien no se garantizaría su acceso a las actividades extraescolares de tarde o a las medidas de refuerzo y recuperación, lo que supondría limitar su derecho a una educación de calidad en igualdad de condiciones y un perjuicio por razones geográficas".

En cuanto a los estudiantes en peor situación económica, el CEC aboga por que se les garantice "ineludiblemente" tanto la plaza como la subvención.

Estos dos colectivos -los alumnos "transportados" y los que atraviesan por una coyuntura económica crítica- deben, según el organismo asesor, obtener plaza en el comedor escolar sin necesidad de ser baremados.

En sintonía con lo expresado por otros colectivos -como algunas asociaciones de padres-, el Consejo Escolar de Canarias no está conforme con que el indicador de la renta anual familiar tome como referencia el IRPF de 2007, un momento en que la crisis aún no había hecho su aparición. Por ello, aconseja que se contemple "algún mecanismo de reconocimiento" de los cambios que se han producido en la situación económica de los afectados.