El vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del Gobierno canario, José Manuel Soria, encontró ayer en el presidente Paulino Rivero el más firme defensor de su labor al frente de sus funciones en el Ejecutivo.

Durante el pleno del Parlamento regional, y ante las críticas de los socialistas, Rivero aseguró que el vicepresidente canario "desempeña las funciones que se le han encomendado con lealtad y eficacia", y sostuvo que ha cumplido "íntegramente" los acuerdos del Gobierno con los cabildos respecto a los planes sectoriales.

Así lo indicó el jefe del Gabinete regional después de que el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Marcos Pérez, acusara al propio Rivero de defender "continuamente" a los que "infringen la ley" y "saltan por los aires el pacto institucional", en referencia al también líder del PP canario, cuya reprobación, a petición de los socialistas, será debatida hoy en la continuación de la sesión plenaria.

"El Ejecutivo no es de su propiedad, y usted defiende el Gobierno de los personajes, el de los que quieren conservar el poder a cualquier precio", añadió Marcos Pérez, quien sostuvo que lo que quebranta el Estado de Derecho es que se cuestione la labor de los jueces, de los fiscales y de la Policía".

"Flaco favor hace al tolerar y compartir declaraciones inaceptables. ¿Dónde está la ética personal y colectiva del Gobierno y de su presidente, se preguntó Pérez, quien remarcó que "Canarias apostó por el compromiso ético y la separación de poderes, de lo público y de lo privado". "Hoy -por ayer- vamos a asistir a la reinvestidura de Soria", apuntó el parlamentario socialista, en alusión a la moción de reprobación, "y eso va a ocurrir porque "ha saltado por los aires y roto el pacto institucional con cabildos y ayuntamientos", sentenció.

Al respecto, Paulino Rivero replicó que ha exigido siempre "el principio de presunción de inocencia para todos, así como la misma vara de medir", y subrayó que "la misma que exijo también para sus compañeros socialistas imputados en los ayuntamientos de Granadilla, Icod de los Vinos, Adeje y El Rosario".

"Para todos exijo el mismo respeto y dejar trabajar a la Justicia", aseveró el presidente canario.

"No voy a dimitir"

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno regional, José Manuel Soria, advirtió de que no le va a dar "el gusto" al PSC "ni a sus brazos armados en términos políticos" de presentar su dimisión por el hecho de que le hayan interpuesto una denuncia.

En declaraciones en los pasillos del Parlamento, Soria afirmó que "lógicamente" ni el presidente canario, Paulino Rivero, "ni nadie", sigue el juego "que el PSC pretende poner sobre la mesa", en alusión a la moción socialista para reprobarle.

"Entiendo que no debe ser fácil tener un discurso político en Canarias después de dos años de legislatura en los que el PSC se encuentra absolutamente descabezado y con cambios permanentes en su grupo parlamentario", apuntó Soria, quien añadió que esa postura "es humana" pero "va un gran trecho" de ahí a que "la falta y ausencia de discurso político" lo pretenda sustituir el PSC "por otro tipo de tejemanejes y falsedades, en las que ha intentado involucrar y hasta presionar a determinadas instituciones del Estado para correr una cortina de humo sobre su falta de discurso e inoperancia política".

"El paso del tiempo pondrá las cosas en su sitio y a cada cual en su lugar y no va a ser una excepción con el PSC", afirmó el líder popular, quien, además, afirmó que desconocía que el presidente de CC en Gran Canaria, Manuel Lobo, hubiese pedido su dimisión.

"¿Y por qué debería dimitir?, ¿y por qué he hecho daño a la imagen del Gobierno? Lo desconocía", aseveró Soria a los periodistas. A lo mejor cuando lleve dos años imputado como estuvo Manuel Lobo cuando era rector de la Universidad de Las Palmas "me lo planteo, pero si él nunca lo hizo no lo entiendo muy bien", apuntó.