De piedra; así se han quedado muchos padres e incluso el personal del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria después de que el Cabildo de Tenerife haya procedido a retirar los juguetes que hasta ahora venían disfrutando, en régimen de préstamo, los niños ingresados en este centro, y lo mismo pasará en los próximos días en el Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Gracias al convenio firmado entre el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo y el Servicio Canario de Salud, el servicio pedagógico de ambos hospitales contaba desde el año 2006 con un área de juego y de préstamo de juguetes. Sin embargo, en octubre del año pasado ese convenio terminó y, aunque los profesionales que desarrollaban el programa "Ludovitamina" cesaron en sus puestos, los juguetes permanecieron en los centros hospitalarios.

Hubo varios encuentros entre ambas administraciones para tratar de llegar a un acuerdo y renovarlo. "Se les comunicó por escrito la posibilidad de continuar con el servicio, pero no hubo ninguna respuesta, así que lo dimos por concluido y ahora estamos recogiendo los juguetes, que son de nuestra propiedad, para incluirlos dentro del programa insular de ludotecas que tiene más de 5.000 niños asociados", señalan fuentes de la empresa contratada por el Cabildo para desarrollar las actividades.

La alarma saltó cuando hace poco más de una semana, personal del IASS se presentó en La Candelaria al objeto de llevárselos.

"Nosotros pensábamos que los juguetes se quedarían aquí aunque el convenio ya estuviera terminado, porque no tiene demasiada razón de ser que se los lleven ahora", asegura uno de los médicos del centro que añade que "éstas no son las formas. Son juguetes que están usados, y aunque me consta que han sido cuidados de una manera exquisita y en su mayor parte están perfectamente conservados, no me parece lógico que se los lleven".

En el caso de la Candelaria se da la circunstancia de que el director del servicio pedagógico, al ver que los juguetes permanecían guardados en armarios sin ser utilizados, decidió sacarlos y darles uso, y para ello se ayudó del personal en prácticas que tenía disponible, pero inmediatamente le llamaron del IASS y le dijeron que no podía hacer eso, puesto que no eran propiedad del hospital sino del Cabildo y que no estaba autorizado para utilizarlos.

"No sé como no les da pena quitarles los juguetes a estos niños", dice la madre de una niña que está ingresada. "Esto estaba muy bien organizado y era una delicia ver cómo cada niño tenía un juguete adecuado para sus gustos y su edad", añade antes de decir que "yo quiero que las ludotecas cuenten con todos los medios posibles y que los niños que vayan tengan a su alcance todo lo que quieran, pero que eso no se haga a costa de quitárselos a los que ya los tenían".

Esta mujer, que conoce a fondo lo que es estar con frecuencia en un hospital debido a la delicada salud de su hija, recuerda que "tener que estar unos días, o semanas o meses en un hospital es muy duro para cualquier persona, así que imagínense lo que es para los niños, pero gracias a los ordenadores, los juguetes y todas las actividades que se organizan se les hace algo más agradable. A mí me gusta pensar que les sienta bien".

Hay que desinfectarlos

Por si fuera poco, personal de pediatría del HUC manifiesta su preocupación por el estado en el que se encuentran los juguetes.

"Estos juguetes no han estado en un sitio cualquiera; han estado en un hospital y en manos de niños que tienen patologías muy diversas, por lo que no se puede hacer como haríamos en casa y pasarle un paño con agua y jabón para limpiarlos. En este caso, para tener las máximas garantías es necesario que se desinfecte adecuadamente".

En este caso los juguetes permanecen guardados en un armario y está previsto que sean retirados en los próximos días.

"Desde luego, a mí como madre no me gustaría que le dieran a mis hijos juguetes que vienen de un hospital sin la seguridad de que están perfectamente desinfectados", asegura una experta en educación en el ámbito sanitario.

"Gracias a las donaciones y a que hacemos lo imposible para continuar, algún juguete siempre tendremos para darles a los niños, pero desde luego, las formas con las que se les han quitado no han sido las adecuadas", sentencia un miembro del personal.