La Semana Santa es la fiesta más importante del cristianismo; sin embargo, el hecho de que esta celebración conlleve dos días no lectivos que se unen a un fin de semana la han convertido en el tiempo vacacional por excelencia de la primavera, y lejos de las iglesias, los rezos y las procesiones, son muchos los que deciden viajar o simplemente descansar y disfrutar del ocio que ofrecen los complejos hoteleros. ¿Está en crisis la celebración de la Semana Santa como símbolo por antonomasia de la fe?, ¿la crisis económica se ha reflejado en un descenso de la ocupación turística?, o ¿cómo celebran los jóvenes estas fechas? son algunas de las preguntas que se han trasladado a la mesa de debate de EL DÍA para tratar de determinar cómo se vive la Semana Santa en Canarias.

"Yo y todas las personas que conozco de mi edad pasarán la Semana Santa en su casa. Nadie va a viajar y ni siquiera irán a un hotel del sur", explica Óscar Schwartz, un joven chicharrero que apunta que "me gusta mezclar un poco de todo y además de disfrutar de las procesiones más típicas como la de la Macarena de Santa Cruz, aprovecharé para irme de pateo a Güímar, quedar con mis amigos y hacer de todo un poco. Que yo haga estas cosas no tiene nada que ver con la situación económica, sino que es lo que me gusta".

Y es que la crisis está omnipresente. "Para los hoteleros, estos días son como un rayo de luz dentro de tanta oscuridad, porque después de semanas complicadas la ocupación asciende. La previsión es que este año se alcance el 75%, pero eso no quita que haya muchos establecimientos que superen ampliamente ese porcentaje", explica el gerente de Ashotel, Ricardo Fernández de la Puente, antes de asegurar que "a los canarios nos gusta dejarlo todo para el último momento, y no es de extrañar que las cifras aumenten".

El optimismo llegó a la mesa del debate de mano del representante de la Asociación de Agencias de Viaje, David Déniz. "La cosa está yendo bastante mejor de lo que nos pensábamos, y creo que en eso tiene que ver el hecho de que la gente haya previsto estas vacaciones con más antelación que de costumbre, sobre todo los que tienen niños".

"Se trata de escapadas cortas, fundamentalmente a Europa, -matiza Déniz-, y pequeños cruceros, pero lo que más hay son viajes a otras Islas y a casas rurales".

El representante estudiantil del Consejo Social de la Universidad de La Laguna, Jeremías Piñero, hizo hincapié en las dificultades económicas que tienen los jóvenes para sufragarse unas vacaciones y lo alejados que están de las conmemoraciones religiosas típicas de estas fechas. "Yo no conozco a nadie que se haya ido de viaje fuera de las Islas, más bien todo el mundo se queda en casa y, como mucho, se van a apartamentos de familiares. Pero creo que todos deberíamos plantearnos qué podemos hacer por los demás y ser solidarios. Por ejemplo, ahora mismo hay más de 20 universitarios que están en campamentos de Argelia para prestar toda la ayuda que pueden a los refugiados del Sahara. Esas personas, en vez de irse a la playa, han optado por ayudar a otros".

Destacando que "la Semana Santa es la fiesta religiosa más importante para los cristianos", el punto de vista aportado por el representante de la Delegación Diocesana, Antonio Álvarez, fue sumamente interesante. "Sé que quien no es cristiano no entiende lo que significa la Semana Santa porque realmente para poder participar en ella hay que tener una experiencia de fe. Esta experiencia hace que uno madure, reflexione y crezca como persona y como cristiano, sobre todo cuando se es cofrade, y, además, que sepa llevar con su vida todo eso a los demás".

Para Álvarez, "es una pena que no hayamos descubierto la grandeza religiosa que tenemos en esta tierra y que tradicionalmente ha ido pasando de generación en generación. Hay muchos pueblos que tienen unas ceremonias y ritos maravillosos y que sólo conocen algunos".

En este sentido el representante de Ashotel dijo que "Semana Santa hay en toda España y aunque a nosotros nos guste la de aquí, tratar de vender esto fuera es como si alguien nos quisiera vender a nosotros carnavales. No creo que actualmente venga gente a Tenerife a verla porque no es pomposa, pero lo que está claro es que a nuestros visitantes se les puede hacer llegar la información para que puedan acudir y tengan una oferta aún más completa".

"Estoy de acuerdo con eso -aseguró el director de Arroba Travel- porque podría aprovecharse más para traer gente interesada en este tipo de actos, pero para ello necesitamos mejores herramientas de comercialización".

Por su parte, Jeremías quiso incidir en que "creo que los hoteles e incluso las agencias de viaje se han olvidado de realizar ofertas a los jóvenes, como un modo más de agilizar la economía".

"Eso no es del todo así -matizó Fernández de la Puente-, lo que sucede es que hay categorías y precios para todos los gustos, de hecho tanto en Semana Santa como después de ella son muchos los jóvenes que disfrutan de unos días de ocio en instalaciones hoteleras porque los precios son aún más bajos".

Respecto a la posibilidad de viajar, David Déniz recordó que "ya existen tarifas universitarias y para jóvenes, pero lo que no se puede pretender es encontrar esas ofertas dos semanas antes. Por ejemplo, todos los paquetes vacacionales previstos se han vendido, pero para ello se tuvieron que lanzar en febrero".

Pero volviendo a la Semana Santa como fecha estrictamente religiosa, el representante estudiantil insistió en que "para los jóvenes la religión no es atractiva, porque existe mucha hipocresía".

Algo que el delegado diocesano de Cofradías y Hermandades quiso matizar apuntando que "las cofradías hacen una labor inmensa dentro de la Iglesia, pero sobre todo en la sociedad, lo que pasa es que muchas veces no se conoce con detalle, sobre todo porque se hace con suma discreción".

Texto: D. Merino/G. Maestre Fotos: Jesús Adán