El embajador de Mauritania en España, Sidi Mohamed Ould Boubacar, expresó ayer al presidente canario, Paulino Rivero, su preocupación por la inmigración clandestina, aunque recordó que su país no es "emisor", sino lugar de paso de los africanos para viajar en cayuco hacia Europa.

Así lo manifestó el embajador en declaraciones a los periodistas en la capital tinerfeña tras mantener una reunión con el presidente del Gobierno de Canarias, al que mostró la preocupación que se vive en el país norteafricano, sobre todo "por el drama humanitario que ello conlleva".

Precisó que, por este motivo, Mauritania y España mantienen líneas de cooperación referentes al control de fronteras y consideró que la colaboración entre ambos países en este ámbito "es fructífera y bastante competente".

Esta política de control de fronteras "es importante desde hace tiempo", pero desgraciadamente los cayucos "salen desde todas partes de África, no sólo de Mauritania", recordó el embajador.

Asimismo, destacó que para Mauritania "Canarias es muy importante porque es la puerta de Europa" y se valora "la excelente" cooperación "que cubre múltiples sectores", como la sanidad, la educación, las energías renovables, la lucha contra la pobreza y contra la inmigración irregular.