Una familia tinerfeña ha pedido una cita con el Diputado del Común y la Dirección Territorial de Educación para exponer lo que considera una actitud discriminatoria hacia su hija de acogida por parte de un colegio concertado de Santa Cruz.

Los padres acogentes, que prefieren mantener el anonimato, solicitaron plaza para la niña en el colegio Cisneros Alter, de carácter privado concertado, pero no la obtuvieron pese a que se trata del mismo centro en que estudiaban sus dos hijos, lo que en este tipo de centros suele constituir prácticamente una garantía para matricular a otros.

La madre de los niños asegura que cuando, a finales del curso pasado, pidió plaza en el colegio, se le garantizó que "no habría ningún problema". Al comprobar que no llegaba el sobre de la matrícula, se dirigió al centro, que le comunicó que "se había producido un error y la niña no tenía plaza".

Según relata, el director del colegio le aconsejó que matriculara a la niña en otro colegio. "Pero no era lógico -explica la madre- que sus hermanos estuvieran en un centro y ella en otro". Por esta razón, decidió escolarizar a los tres niños en otro centro, también concertado.

Los motivos que, a juicio de esta familia, están detrás de la actitud del colegio Cisneros -con el que, hasta este incidente, estaban "muy contentos"-, tienen que ver con el "miedo a que la niña cause problemas", por lo que entiende que el centro ha incurrido en una actitud discriminatoria. "Sólo quiero que se haga justicia", dice la madre.

Respuesta

A finales del año pasado, la Consejería de Educación contestó a la reclamación interpuesta por la familia, pero la respuesta no fue la esperada. La Administración no apreció incumplimiento en el proceso de admisión de alumnos "por cuanto, al no haber oferta de plazas, no se pudo hacer efectiva la puntuación que le hubiera correspondido por tener hermanos en el centro".

Por su parte, la dirección del colegio asegura que, cuando la familia solicitó plaza, se contestó que no había y que, si se producía una vacante -algo que, sostiene, finalmente no ocurrió-, se asignaría a su hija de acogida. Además, alega que los dos hijos que ya estudiaban en el centro fueron dados de baja antes de que finalizara el curso, por lo que la solicitud para la niña dejó de ser tenida en cuenta a partir de ese momento.

Según la dirección del colegio -que recuerda que en el centro se suelen producir "muy pocas vacantes"-, en este caso ha actuado "con arreglo a la ley y la conciencia".