El traspaso de los parques nacionales de El Teide, la Caldera de Taburiente, Garajonay y Timanfaya al Ejecutivo autonómico por parte del central parece que puede traer conflictos institucionales, ya que todos los cabildos han manifestado la exigencia de que la gestión sea insular y no autonómica, rechazando de plano la oferta hecha recientemente por el consejero de Medio Ambiente, Domingo Berriel, que apuntaba a que las instituciones insulares implicadas podrían formar parte de los consejos y patronatos que administrarán estos espacios protegidos.

Tanto es así que el presidente del Cabildo gomero, Casimiro Curbelo, ha pedido al actual presidente de la Federación Canaria de Islas (Fecai), el grancanario José Miguel Pérez, que convoque una reunión urgente para tomar una postura conjunta al respecto y trasladársela al Ejecutivo canario. "Tenemos que hacerle saber que en este asunto estamos todos juntos, incluso por encima de las siglas políticas".

El primero en amenazar con llevar el caso ante el Tribunal Constitucional "si fuera necesario" fue el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, que afirmó que "nadie sabe cuidar mejor estos parques que nosotros, como de hecho ya se está haciendo, ya que todos los técnicos y especialistas son del Cabildo".

El único presidente insular que parece estar abierto al diálogo es el palmero José Luis Perestelo, ya que considera que "podría ser positivo que se llegara a una gestión coordinada en la que tuvieran cabida los cabildos junto a la Comunidad autónoma y el Estado, porque existe una red nacional de parques nacionales muy sólida que ha demostrado ser eficaz en la protección medioambiental".

A juicio de Perestelo es necesario tener en cuenta "que ahora no parece que sea aconsejable que se produzca el traspaso de estas competencias porque, aunque soy un acérrimo defensor de la descentralización de servicios y recursos en beneficio de las Islas, igualmente considero que no es una buen momento económico".

Por su parte, la presidenta del Cabildo conejero, Manuela Armas, comparte la propuesta lanzada por Melchior y Curbelo, aunque lo hace asegurando que "de lo que se trata es de garantizar la mejor protección y cuidado posible para nuestro parque".

El plan de Medio Ambiente

Desde el comienzo de las negociaciones con el Gobierno central, el Ejecutivo canario nunca planteó la incorporación de los cabildos a la gestión más allá de que fueran órganos consultivos o miembros del patronato de cada parque.

Es más, el propio viceconsejero de Ordenación del Territorio, Miguel Ángel Pulido, aseguró que "la gestión de los parques nacionales la efectuará la Comunidad Autónoma de Canarias a través de un organismo autónomo de carácter administrativo que podría denominarse Instituto Canario de Conservación de los Parques Nacionales, que estaría adscrito a la Consejería competente en materia de Medio Ambiente".

Según Pulido, "este instituto elaboraría el proyecto del Plan Rector de Uso y Gestión de cada uno de los parques, además de elaborar los planes sectoriales y proponer a las administraciones públicas competentes convenios de colaboración que puedan ser necesarios para ejecutar el plan anual de trabajo, las inversiones y los planes sectoriales".

Ni una sola palabra para los cabildos en este avance sobre lo que será el modelo de administración previsto por la Consejería de Medio Ambiente.