Tener una niña de siete años con problemas de atención e hiperactividad ya es duro, para además tener que enfrentarse con toda la maquinaria burocrática del "vuelva usted mañana".

En el caso de Juan Carlos Rodríguez, de 50 años, ni siquiera fue "vuelva usted mañana" sino más bien "vuelva dentro de seis meses" que es lo que han tardado en darle una segunda cita para que la psiquiatra infantil del Febles Campos vea a su hija.

A pesar de que el 20 de octubre, harto de tantas demoras, puso una reclamación por escrito, hasta la fecha no ha recibido contestación.

El afectado comenta que todo comenzó cuando la niña "empezó a tener problemas en el colegio" y por indicación del médico de cabecera empezaron a realizarle pruebas para descartar problemas auditivos, visuales, etc.

Fue el momento en el que pasó a ser vista por un psiquiatra infantil en el Febles Campos, que tras un par de sesiones y de hacer rellenar unos test a los padres y a la maestra de la niña consideró que la menor debía ser examinada por una psiquiatra infantil.

"La primera consulta fue el 18 de julio de 2008", donde la doctora vio a la niña por única vez. "Yo le manifiesto mi preocupación porque la niña está teniendo problemas en el rendimiento escolar", recuerda Juan Carlos, que le pidió encarecidamente que la citara lo antes posible para que comenzara el curso con buen pie.

Sin embargo, "la doctora debía tener un curso o alguna conferencia" y finalmente le asignó cita "para el 7 de noviembre". "A mí me pareció lejísimos", reconoce.

A mediados de octubre asegura que recibió una llamada en la que le decían que la cita se cambiaba "para el 17 de diciembre".

Juan Carlos Rodríguez se vio con la impotencia de que terminaba el primer trimestre escolar y aún no tenía ni un informe que entregar en la escuela sobre el problema de su hija, necesario para que se le preste la atención necesaria.

El 20 de octubre puso una reclamación de la que todavía hoy no ha obtenido respuesta.

Aún le volvieron a llamar otra vez, asegura, para informarle de que la última cita, del 17 de diciembre, se tenía que aplazar porque la doctora "estaba de baja".

Un documento no oficial

A pesar de este aplazamiento, Juan Carlos Rodríguez acude de nuevo al Febles Campos y habla con el psicólogo que había derivado a su hija a la psiquiatra, quien, sensible a sus problemas, accede a hacerle un documento "no oficial" para que este padre lo lleve a la maestra de su hija.

También le realiza un volante para pida cita en el HUC con otro psiquiatra infantil, pero cuando acude le dicen que ya está solventado el problema en el Febles Campos, relata.

Finalmente, le ofrecieron la acudir el último día del año 2008, para que metieran a la niña "entre paciente y paciente", como si fuera "una emergencia". Casi al mismo tiempo lo llaman a casa para darle una nueva cita "el 17 de enero".

En opinión de Juan Carlos, la psiquiatra que sólo vio a su hija una vez "no está haciendo su trabajo como es debido".

Estos seis meses han servido para mermar la confianza en la sanidad pública de este usuario, que declara su certeza de que "con esta gente no vamos a llegar a nada" y su intención de buscar y pagar entre la iniciativa privada.

Por su parte, el HUC asegura que la doctora estaba contratada por el Hospital de La Candelaria, ya que la Unidad de Salud Mental de Santa Cruz-Salamanca es compartida entre los dos hospitales. También dijeron que el 24 de diciembre se buscó un sustituto para esta doctora que aún hoy sigue de baja.