España también ha sufrido a lo largo de su historia "numerosos tornados", al igual que Estados Unidos aunque, en este caso, suelen ser más pequeños y su desarrollo es menor, según ha explicado a Europa Press el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera.

Así, ha señalado que los tornados en España se producen con mayor frecuencia en puntos del Mediterráneo y en el Golfo de Cádiz y, en ocasiones en el bajo Guadalquivir, pero pueden producirse en otros puntos. Sin embargo, ha explicado que, como el terreno en la Península ibérica es más quebrado, los tornados no tienen tanto espacio para desarrollarse.

En Estados Unidos, este fin de semana los sucesivos y fuertes tornados han dejado un balance de casi 50 muertos. Para Rivera, sin embargo, los tornados "son típicos en primavera" que se producen cuando llega aire frío polar y se junta con el aire cálido que entra en tierra desde el Caribe.

En ese sentido, ha añadido que cuando se registran dichas tormentas, acompañadas de este fenómeno se producen los tornados y las "inundaciones relámpago", que afectan principalmente a las grandes llanuras donde se juntan estas masas de aire, ya que en terrenos montañosos o escarpados tienen menos posibilidades de evolucionar.

Los tornados pueden formarse en cualquier época del año, aunque en Estados Unidos, la mayoría lo hacen en el mes de mayo, mientras que los más severos se registran meses antes y los mayores daños suelen producirlos los tornados de abril.

El fenómeno meteorológico es una nube embudo, con un extremo inferior muy estrecho y que suele estar rodeado por una nube de desechos y polvo. Generalmente cuentan con vientos que van entre los 65 a los 180 kilómetros por hora, aunque se han llegado a contabilizar en algunos tornados vientos de hasta 450 kilómetros por hora. Antes de desaparecer se trasladan varios kilómetros.