¿No tuvo ni un mínimo indicio? Recalca que no se le ha traicionado a él, sino a su pueblo. No obstante, y obviando la estupefacción que le ha causado la moción de censura, el aún alcalde socialista de Güímar, Rafael Yanes, no puede reprimir cierto cabreo profundo, un arrepentimiento explícito por confiar "ciegamente" en personas que le han acabado por defraudar y un tono de trazo triste por verse abocado, de golpe, a una experiencia desagradable que no esperaba. Eso sí, aún no descarta que la iniciativa se frustre antes o durante el 24 de este mes y que se propicie un pacto alternativo de izquierdas, al tiempo que teme que todo obedezca a "intereses empresariales con los áridos. Tengo datos".