La mayoría de los integrantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, convocantes de la huelga general en la enseñanza pública del pasado jueves, exigió ayer la dimisión del ministro José Ignacio Wert al entender que, tras la paralización de su reforma educativa, está "desautorizado".

En declaraciones a Efe, el secretario general de la Enseñanza de CCOO, Francisco García, afirmó que el ministro está "desautorizado" porque aseguró que el anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) iba a ir al Consejo de Ministros de ayer y "no ha sido así".

A juicio de García, el Ejecutivo está en una situación de "aislamiento político y social" y este aplazamiento es fruto también de su "aislamiento de la comunidad educativa".

El portavoz de la Confederación Sindical de trabajadores de la enseñanza (STEs), Augusto Serrano, destacó que el aplazamiento de la aprobación en el Consejo de la Lomce es "una derrota" de Wert.

"El Gobierno ha tenido más cabeza que el ministro", según Serrano, que pidió su sustitución por otro ministro "más dialogante".

Carlos López, de UGT, comentó que Wert es un ministro que, en lugar de "generar consenso, genera confrontación y no es la persona más adecuada para un nuevo proceso de renegociación".

Asimismo, opinó que la "movilización contundente" de la comunidad educativa tiene relación con el aplazamiento en la aprobación del anteproyecto.

Para la portavoz del Sindicato de Estudiantes, Ana García, el aplazamiento de la, según ella, "contrarreforma franquista", es "una victoria" de la comunidad educativa.

Wert "está desautorizado y es un escándalo que todavía no haya dimitido", resaltó García, quien avisó de que si no se retira por completo la Lomce el Sindicato de Estudiantes continuará con las movilizaciones desde "el primer día del próximo curso".

El portavoz de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), José Luis Pazos, indicó que ha quedado "claro" que el ministro Wert "no es el interlocutor" de la comunidad educativa, pues "nadie" lo reconoce como tal, así que el presidente del Gobierno tiene que cambiarlo.

"La sociedad española ha hablado de forma incontestable y el ministro ha perdido la carta que jugaba", sentenció, en alusión a la huelga y manifestaciones contra la Lomce.