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Carsten W. Lauritsen
Ver galería >Más allá de las obras de asfaltado –y reparación de canalizaciones– en la calle Serrano que prolongan desde hace dos meses, los vecinos han reabierto una guerra que se remonta a hace 16 años, cuando la puesta en marcha del tranvía por la rambla de Pulido supuso que desviaran el paso de las guaguas y del transporte pesado por esta vía. Ahora que la calzada está fuera de servicio y con el tráfico desviado, vecinos y residentes han retomado la campaña de firmas que ya emprendieron en 2007.
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Más allá de las obras de asfaltado –y reparación de canalizaciones– en la calle Serrano que prolongan desde hace dos meses, los vecinos han reabierto una guerra que se remonta a hace 16 años, cuando la puesta en marcha del tranvía por la rambla de Pulido supuso que desviaran el paso de las guaguas y del transporte pesado por esta vía. Ahora que la calzada está fuera de servicio y con el tráfico desviado, vecinos y residentes han retomado la campaña de firmas que ya emprendieron en 2007.
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Más allá de las obras de asfaltado –y reparación de canalizaciones– en la calle Serrano que prolongan desde hace dos meses, los vecinos han reabierto una guerra que se remonta a hace 16 años, cuando la puesta en marcha del tranvía por la rambla de Pulido supuso que desviaran el paso de las guaguas y del transporte pesado por esta vía. Ahora que la calzada está fuera de servicio y con el tráfico desviado, vecinos y residentes han retomado la campaña de firmas que ya emprendieron en 2007.
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Más allá de las obras de asfaltado –y reparación de canalizaciones– en la calle Serrano que prolongan desde hace dos meses, los vecinos han reabierto una guerra que se remonta a hace 16 años, cuando la puesta en marcha del tranvía por la rambla de Pulido supuso que desviaran el paso de las guaguas y del transporte pesado por esta vía. Ahora que la calzada está fuera de servicio y con el tráfico desviado, vecinos y residentes han retomado la campaña de firmas que ya emprendieron en 2007.
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Más allá de las obras de asfaltado –y reparación de canalizaciones– en la calle Serrano que prolongan desde hace dos meses, los vecinos han reabierto una guerra que se remonta a hace 16 años, cuando la puesta en marcha del tranvía por la rambla de Pulido supuso que desviaran el paso de las guaguas y del transporte pesado por esta vía. Ahora que la calzada está fuera de servicio y con el tráfico desviado, vecinos y residentes han retomado la campaña de firmas que ya emprendieron en 2007.
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