Día Mundial de la Niña y la Mujer en la Ciencia

Con la ciencia en las venas

Un grupo de alumnas de último curso de Bachillerato muestran sus preferencias laborales

IES Poeta Tomás Morales.

IES Poeta Tomás Morales. / ANDRÉS CRUZ

A pesar de las dificultades para conseguir la igualdad en muchas carreras científico-técnica en Canarias, son muchas las mujeres canarias que valoran y sueñan con trabajar en un laboratorio, mirar a las estrellas, construir grandes edificios o pilotar aviones. Este 11 de febrero, que se celebra por novena vez el Día Mundial de la Niña y la Mujer en la Ciencia hablamos con algunas de de estas mujeres que quieren dedicar su vida profesional a la ciencia.

Los relatos de 14 alumnas de Bachillerato del IES Mencey Bencomo, el IES Las Veredillas y el IES Poeta Tomás Morales son un ejemplo de la pasión que puede llegar a generar la ciencia en las mujeres más jóvenes.

Desireé Soto (17 años, Enfermería): «Lo que más me gusta de la Enfermería es poder ayudar a las personas»

Desireé Soto ha crecido rodeada de enfermeros en su familia. «Desde muy pequeña veía como trabajaban, su estilo de vida…», cuenta. Sobre todo, nombra a su tío como «la principal persona que me ha guiado a través de esto», a quien no paraba de preguntar sobre su trabajo. Lejos de amedrentarla, se reforzaba la elección: «Lo que más me gusta de Enfermería es poder ayudar a las personas, pero también que se actualiza constantemente». Le gustaría estudiar en Canarias y especializarse como matrona.

Paula Martel (17 años, Arquitectura): «Desde pequeña me ha gusto construir cosas con legos, se me daba bien»

El sueño de construir edificios nació en Paula Martel jugando con legos. También erigía casitas con sábanas que no se caían sobre la marcha, la estructura aguantaba ante el asombro de sus primos. «Se me daba bien, se mantenían», dice. Buceando en internet descubrió a Zaha Hadid, arquitecta anglo-iraní: «Me gusta mucho su forma de ver la arquitectura, muy curva, moderna». Le gusta, sobre todo, el diseño de las estructuras y entiende que así también se puede mejorar el día a día de las personas.

Sofía Pérez (17 años, Cosmología): «Con 'El Principito' me enamoré del cosmos»

Sofía Pérez Vadillo es tímida, pero quizás porque su mundo no está en la Tierra, sino en el cosmos. Lo ha sido desde que tuvo la oportunidad de deleitarse con la novela de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, cuando apenas empezaba a entender el mundo. «Me enamoré y me dije: quiero ser astrónoma», explica. Sin embargo, admite no tener demasiadas esperanzas. «Prefiero ir asentando cosas y luego mirar a largo plazo», afirma. Pero su deseo trasciende su prudencia y no deja de buscar cómo cumplir el sueño.

Nayara Santana (17 años, Ingeniería Química): «Quiero que me recuerden por algo que he hecho por el mundo»

Quien inspiró la futura carrera profesional de Nayara Santana fue su profesor de secundaria. Un apasionado de la química que se esforzó por enseñar a sus alumnos las maravillas que desentrañan los elementos de la tabla periódica. «Me fijaba mucho en lo que hacía», rememora. Su futuro lo ve enlazado a un laboratorio de química, aunque siente que su propósito estará también ligado a la medicina siguiendo los pasos de Marie Curie. «Quiero que me recuerden por algo que he hecho por el mundo». 

Paula Suárez (17 años, Ingeniería Física y Matemática): «Mi padre me picaba en el coche con juegos de multiplicaciones o sumas de matrículas»

«Simplemente, me gusta trabajar con números». Con esta frase explica Paula Suárez por qué desde primaria matemáticas ha sido su asignatura favorita. Durante algún trayecto en coche, su padre la retaba a hacer multiplicaciones o a sumar matrículas. Siente predilección por resolver problemas, da una sensación «agradable», como de «satisfacción», define. En Segundo de bachillerato ha descubierto la física, que le parece que tiene «más sentido aplicado a la realidad» y «creo que me está gustando más».

María García (17 años, Biomedicina): «Quiero ser investigadora para encontrar curas a distintas enfermedades»

La pandemia resultó ser un antes y un después para María García Hernández, una realejera de 17 años. «Quiero buscar la cura a las enfermedades y, por eso, quiero ser investigadora», explica la joven, que asegura que va a consagrar su vida a la Biomedicina. Su mayor inspiración ha sido su madre, a la que ha visto luchar contra el coronavirus en el frente de batalla: la sanidad. «Quiero mejorar la vida de las personas», destaca. Hernández sigue a distintos influencers que han orientado mejor su futuro profesional.

Naiara Beby (17 años, Piloto): «Sé que es difícil, pero ser piloto es mi sueño»

El futuro de Naiara Beby está en las alturas. Si algo tiene claro la joven es que le encantaría poder experimentar cada día el gusanillo del despegue y el aterrizaje desde la cabina de avión. «Quiero ser piloto, es el estilo de vida que quiero llevar en el futuro», explica Beby. S último viaje fue el que le acabó por abrir los ojos. «Vi a una mujer piloto», explica Beby. Después empezó a seguir a varias influencers que se dedicaban a lo mismo y a informarse en ferias. «Sé que es difícil porque no hay becas, pero sería mi sueño». 

Irene Melián (17 años, Ingeniería Física y Matemática): «Siempre me ha gustado la ciencia, pero la física me emociona»

Ni física ni matemáticas, Irene Melían quiere estudiar ambas. La joven de 17 años ya tiene claro que quiere estudiar el Grado de Ingeniería Física y Matemática de la ULGPC. «Siempre me ha gustado mucho la rama de ciencias, pero la parte física me emocionaba», rememora. Investigando llegó a esta posibilidad académica en la que podría aplicar los conocimientos de física a «casos prácticos». La joven apunta alto, pues en el futuro le gustaría acabar trabajando en el CERN, en Suiza.

Laisa María Hernández (16 años, Ingeniería Automotriz): «Quiero crear coches de carreras eléctricos que no contaminen y sean seguros»

Formar parte de un equipo de Fórmula 1 es su sueño, la Ingeniería automotriz su objetivo vital. Laisa Hernández tiene claro que su futuro estará cargado de coches y velocidad Hernández podrá trasladar los buenos recuerdos de una pasión compartida con su madre y su hermano para cambiar el mundo de la automoción. Su arraigada conciencia ecológica le ha sensibilizado tanto que su sueño es «crear coches de carreras que no contaminen y que sea seguro para el conductor». 

Anna María Laruffa (17 años, Astrofísica): «Creo que hay muchas cosas en el cosmos que podría investigar»

La primera vez que pudo contemplar detenidamente la inmensidad de la cúpula celeste, Anna Laruffa se enamoró perdidamente del cosmos. Con 17 años ya tiene claro su objetivo: ser astrofísica «El hecho de estar rodeados de planetas, galaxias y una cantidad inmensa de objetos estelares me apasiona, creo que hay mucho donde investigar ahí», asegura Laruffa. El cielo no ha sido su única inspiración, pues cada vez que puede la joven se empapa de nuevos conocimientos a través de interesantes lecturas. 

María Torres (17 años, Odontología): «En un futuro, me gustaría tener mi propio equipo de Odontología»

Para María Torres ir al dentista era un suplicio. «Lo pasaba bastante mal, siempre me ponía a llorar», reconoce. Ese miedo se transformó en interés cuando dio con un especialista «que era muy bueno y me transmitía mucha confianza». Preguntaba constantemente y esa experiencia le motivó para decantarse por Odontología en lugar de Medicina. Y lo tiene claro: quiere cursar algún máster en Inglaterra o Estados Unidos, adquirir experiencia en clínicas y «en un futuro, a ser posible, formar mi propio equipo».  

Sara García (17 años, Farmacia): «Me gusta mucho tener que investigar»

Antes de comenzar el bachillerato en Ciencias de la Salud, Sara García creía que quería estudiar Medicina. «Pero me dí cuenta que quizá era algo que quería desde pequeña, pero no me iba a gustar tanto (...). Entonces comencé a investigar y la que más me gustó fue Farmacia». Sobre todo, porque «es una carrera en constante evolución, hay que estar investigando y eso me gusta mucho». Pero también porque «ayuda a las personas», por ejemplo, con «la quimioterapia» o medicamentos importantes como el paracetamol.

Nayeli Sánchez (17 años, Psicología): «Cuando fui a consulta por primera vez, me convencí para estudiar Psicología»

Nayeli Sánchez supo lo que querría estudiar cuando acudió a una consulta. «Iba con bastante miedo, con mucha presión. Cuando entré, vi un lugar seguro. Y ahí me terminé de convencer para estudiar Psicología». Hasta entonces, dudaba con Enfermería. «Pero ahora lo tengo bastante claro porque me gustaría contribuir en el desarrollo del bienestar social, tanto individual como colectivo». A priori, le tiran más las especialidades de Psicología Clínica o la Orientación, pero otra de las razones de su elección es su variedad.

Adriana Betancor (17 años, Farmacia): «Me encantaría contribuir con medicamentos que ayuden a salvar vidas»

«Aunque veo sangre y me desmayo, siempre me han encantado las ciencias de la salud», dice riendo Adriana Betancor. Pero no sabía por cual. Su madre, que no tuvo el apoyo necesario para saber qué estudiar, quiso que a su hija no le pasara lo mismo. Un día, se sentó con ella para investigar todas las salidas. «Y ví que Farmacia era mi carrera, me encantó», añade. Lo que más le atrajo es la parte de investigación, «poder crear medicamentos importantes o innovadores y poder, en algún momento, llegar a salvar vidas». 

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