Concepción Rojas, arquitecta técnica de profesión, lleva más de dos décadas al frente de la Fundación Laboral de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife, con el compromiso con la seguridad y con la salud de los trabajadores como bandera y eje principal de sus acciones.

En octubre de este año cumple usted 22 años al frente de la Fundación Laboral de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife ¿Cómo ha evolucionado el sector y la propia fundación en estas más de dos décadas?

En estas dos décadas la Fundación se ha consolidado como un referente en todo lo concerniente a la protección y la salud de los trabajadores así como con la difusión y los valores del mundo de la construcción y, por encima de todo, en materia de formación. En este campo nos hemos adaptado y llegamos allí donde está el trabajador. Le pongo un ejemplo, a consecuencia de la pandemia, hemos adaptado el método didáctico de formación para llegar a la misma casa del trabajador; gracias a la formación online donde, incluso, estamos dando cursos que son eminentemente prácticos con muy buenos resultados. Eso supone un salto de calidad enorme.

Lo cierto es que en materia de siniestralidad el sector ha dado un paso de gigante en los últimos 20 años, entiendo que la Fundación ha tenido un papel determinante en ello, ¿no?

Efectivamente, la tasa de accidentalidad en el sector de la construcción era muchísimo más elevada de lo que es ahora y eso es debido, en mi opinión, tanto a la formación en prevención acorde a lo que dictamina la Ley de Prevención de Riesgos Laborales como al Convenio General del Sector de la Construcción. Ambos elementos han hecho posible que disminuya muchísimo ese índice de siniestralidad al ayudar a generar conciencia.

¿A qué se refiere cuando habla de generar conciencia?

Cuando hablo de generar conciencia me refiero a una parte importantísima de la prevención; generar conciencia a la hora de entender y valorar lo que podía suceder tras un accidente y cómo lo puedo evitar. Conciencia no es solo pensar en cómo evitar una multa o una sanción por incumplir la normativa de seguridad sino pensar sobre todo en las consecuencias y efectos colaterales, los personales, familiares y de empresa tras un accidente. Esas consecuencias cambian vidas y entenderlo es asumir la autoprotección como algo natural y necesario por el bien personal y colectivo.

¿Cuál es ahora mismo la prioridad de la Fundación?

La Fundación cumple este año 30 años de vida y con esa experiencia le digo que no estamos centrados en un objetivo particular. Nuestros tres principios fundamentales son la profesionalización, la dignificación y la seguridad de los trabajadores del sector y en esas tres líneas que son complementarias, como las fibras de un cable, trabajamos con la misma intensidad. Y si esos tres ejes conductores son como las fibras del cable, el Convenio General del Sector de la Construcción es lo que las protege a todos y nos permite cumplir con esos tres pilares.

La Fundación tiene un contacto constante con las administraciones para llevar a cabo acciones en materia de formación, recientemente, de hecho, firmaron un interesante acuerdo con el Cabildo de Tenerife.

A lo largo de estos 30 años hemos conseguido firmar convenios marco de colaboración con la gran mayoría de las corporaciones locales de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y con los cuatro cabildos. Hay mucha conciencia en la administración sobre la necesidad de formar y de la necesidad de crear conciencia en los trabajadores y en las empresas.

¿Y las empresas tienen esa conciencia? ¿La tiene el trabajador?

Hay una realidad que es la figura del coordinador de seguridad que ha creado la Ley de Ordenación de la Edificación y por tanto en materia de seguridad en construcción tenemos tres elementos; la parte empresarial, la parte técnica que es la coordinación y la parte operativa que son los trabajadores. Y, sí, todos tienen, por separado, la conciencia de seguridad en el trabajo. Ahora, el reto está en unirlos y en que el operario respete al técnico y que el propio el promotor respete al técnico y que el técnico respete las directrices establecidas por Ley. Lo que es evidente es que cuando esos tres elementos se coordinan la obra va como la seda. De hecho, cuando en una gran empresa o una pequeña empresa la seguridad funciona de maravilla sus obras van de maravilla. Una cosa tiene que ver con la otra, siempre.

Entiendo que eso no quita en que siempre haya que hacer hincapié en la importancia de la seguridad.

Siempre hay que insistir y siempre hay que tenerlo presente. Y, como le decía antes, crear conciencia de que los equipos de protección individual son también equipos de protección colectivos; que el trabajo coordinado en materia de seguridad es la clave. Le pongo un ejemplo; podemos ser prevenidos y ponernos el cinturón de seguridad porque sabemos que nos protege; pero si vamos en un Lamborghini a 270 kilómetros de velocidad por la autopista del sur, pues por mucho cinturón que lleves cuando te estalles no solo te matas tú, sino que te llevas por delante a mucha gente. Pues es lo mismo; la protección individual es la protección colectiva.

¿Cuáles son los retos de la Fundación para los próximos 5 o 10 años?

El primero, sin duda, es mantenernos en el puesto en el que estamos y el segundo lograr atraer a la juventud al Sector de la Construcción porque nos estamos encontrando con un problema grave y es que no tenemos en el Sector de la Construcción renovación generacional.

De hecho, pese a la elevada tasa de paro juvenil la patronal de la Construcción lleva meses advirtiendo que falta personal cualificado…

Nuestro gran reto es atraer a este sector a toda esa juventud, a toda esa horquilla de paro juvenil, que no entiende o que no sabe que en la Construcción hay trabajo estable y de calidad. Los jóvenes la única referencia que tienen del sector es lo que escuchaban a sus padres; precariedad, una enorme carga de trabajo… Todo eso ha cambiado. Nuestro convenio colectivo establece 40 horas semanales, no se trabaja después de las seis de la tarde y se libran los fines de semana… Es un convenio excelente que ofrece una muy buenas condiciones laborales que ya quisieran par así otros sectores. Y además, los avances técnicos facilitan muchísimo la carga de trabajo. Hay que hacer un esfuerzo para que los jóvenes vean en la construcción esa oportunidad de trabajo.