La factura navideña de Hacienda: el ‘impuesto al décimo’ de lotería

Si el Gordo le cae a un canario, cobrará lo que el isleño medio tarda 15 años en ganar pese a los 72.000 euros que le quitará el fisco

Una mujer enseña un décimo premiado de la Lotería de Navidad.

Una mujer enseña un décimo premiado de la Lotería de Navidad. / Efe

M. Á. Montero

De cara al próximo sorteo de la Lotería de Navidad conviene recordar, por aquello de anticiparse a la frustración, que tiene usted más posibilidades de que lo parta un rayo que de sacarse el Gordo. Y no es una hipérbole, sino matemáticas. El día 22 habrá en el bombo 100.000 bolitas con otros tantos números, con lo que si usted ha comprado un solo décimo, la probabilidad de llevarse el primer premio es de un 0,00001%. Si tiene dos décimos, las probabilidades se incrementan hasta un 0,00002%; si tiene tres, a un 0,00003%... Y así sucesivamente. Sin embargo, cuando el próximo viernes se levante para seguir el sorteo –sobre todo si el día está gris y se avecina tormenta– habrá una posibilidad entre 56.000 de que, literalmente, lo parta un rayo. Por cierto, sin saberlo también tendrá usted más boletos para morir en un tornado –una probabilidad entre 60.000–, para embarazarse pese a tomar la píldora anticonceptiva –un 0,1% de posibilidades frente a ese 0,00001% de sacarse el Gordo con un solo décimo– o para sufrir un percance en la bañera –la probabilidad es de 96,4 entre 100.000–. Con todo, las matemáticas también dictan que hay una certeza absoluta: y es que a alguien, sin duda alguna, le va a caer el Gordo. Así que por si acaso fuera usted ese afortunado, también le conviene saber que su premio será también, en parte, el premio de Hacienda. Porque sí: el fisco hace su particular agosto –o más bien uno de los muchos agostos que disfruta a lo largo del año– con la lotería navideña.

De entrada, el sorteo más famoso de España les reporta a las arcas públicas del Estado un pellizco en absoluto desdeñable por las ventas de décimos y series. La previsión para este año es que los canarios se gasten en la Lotería de Navidad alrededor de cien millones de euros. Si se cumple el pronóstico, la recaudación por esta especie de impuesto indirecto a la ilusión se reducirá ligeramente respecto de las cifras del año pasado. No en vano, cada isleño se dejó en 2022 en el intento de conseguir el Gordo una media de 51 euros con 49 céntimos, mientras que este año la inversión se reduce a poco más de 45 euros, es decir, a alrededor de un par de décimos por cabeza. De modo que el Estado es el único que gana antes incluso de celebrarse el sorteo. Y también es el único que sabe de antemano que el 22 de diciembre se va a llevar un alegrón. Para Hacienda es un win-win, que dicen los norteamericanos. Al menos desde 2012, ya que ese fue el último año en que los premios de la lotería navideña –y de la lotería en general– estaban exentos de impuesto.

El próximo día 22 tendrá usted más posibilidades de que lo parta un rayo que de sacarse el Gordo

Entre el 1 de enero de 2013 y el 4 de julio de 2018, la cuantía exenta era de 2.500 euros, así que todo premio de lotería que superase esa pequeña cantidad debía pasar por el fisco. Entre el 5 de julio de 2018 y el 31 de diciembre de ese mismo año, el importe libre de tributar se elevó hasta los 10.000 euros, y en 2019 el límite de la exención fiscal se incrementó hasta los 20.000 euros. La última modificación entró en vigor el 1 de enero de 2020. A partir de ese día, los premios de loterías y apuestas deben pasar por caja en Hacienda solo a partir de los 40.000 euros. Por lo tanto, si el 22 de diciembre tiene usted la suerte de llevarse un cuarto o quinto premios, no tendrá que preocuparse, ya que no llegan a ese límite. El cuarto premio son 20.000 euros, y el quinto, 6.000, así que están exentos. Pero eso sí: la cosa cambia del tercer premio hacia arriba.

El tercero de la Lotería de Navidad son 50.000 euros al décimo, con lo que en este caso sí hay que pagar por el premio. Pero no se tributará por los 50.000 euros, sino solo por 10.000, ya que en todo caso hay 40.000 euros, cabe insistir, que están exentos. Pues bien, de esa parte por la que sí se tributa, de esos 10.000 euros, la Hacienda estatal se queda con el 20%, es decir, con 2.000 euros. En última instancia, y para recapitular, sepa usted que en caso de ser el afortunado de un tercer premio no va a cobrar 50.000 euros, sino 48.000. Un pequeño peaje de 2.000 euros y una ganancia de 48.000, una suma que el 85% de los canarios que declaran el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) no gana en todo el año. Es más, hasta un 67% de los 974.000 isleños que hacen la declaración de la renta, casi siete de cada diez, necesita un mínimo de dos años y medio para ganar 48.000 euros. Y la mayoría precisa tres, cuatro e incluso más años de trabajo.

Si su décimo es el 0,00001% que se lleva el gran premio, el Estado cogerá 'su' parte sin preguntarle

El segundo premio ya son 125.000 euros. Pero a su bolsillo solo irían 108.000. A los 125.000 habría que restarles los 40.000 exentos, con lo que solamente habría que tributar por 85.000, y el 20% de esa cantidad son 17.000 euros. Hay que recordar que Hacienda le retendrá de forma automática su parte del premio, por eso no tendrá que preocuparse. El Estado le transferirá a su cuenta corriente o bancaria los 108.000 euros y se quedará sin más con sus 17.000. El mordisco de Hacienda es así considerable, pero no es menos cierto que esos 108.000 euros para sí los quisiera la grandísima mayoría de los canarios. En concreto el 97,5%, ya que apenas un 2,5% –en realidad entre un 2,5 y un 2,75%– gana más de esa cuantía en todo un año. Dicho de otro modo: si se lleva usted un segundo premio, pasará a formar parte, al menos en 2024, de un selectísimo colectivo.

Pero el Gordo son, claro, palabras mayores. 400.000 euros, o más bien 328.000, ya que la fórmula para cumplir con el fisco es la misma. Se restan los 40.000 euros exentos, con lo que quedan 360.000, y a esta cantidad se le aplica el 20%, que es la parte del premio que se lleva el Estado, un total de 72.000 euros. Aquí sí que la bolsa con que se queda Hacienda es más que jugosa, pero no lo son menos los 328.000 que de manera efectiva se embolsa el agraciado. Son menos de un 0,3% los canarios que ingresan cantidades similares, sumas que el trabajador medio del Archipiélago tarda 15 años en ganar. Es el sueño de quienes el próximo viernes se despertarán con ilusión para seguir el sorteo. Y si no toca nada, uno siempre podrá consolarse con que no lo haya partido un rayo.

Suscríbete para seguir leyendo