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Pedro Alfonso Martín Presidente de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife

«En esta mochila solo caben las ganas de trabajar; lo demás se va a quedar atrás»

«Según nos dicen los afectados, ha habido movimientos políticos para influenciar», señala el presidente de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife

Pedro Alfonso posa para la entrevista en la sede de la CEOE en Santa Cruz de Tenerife. Carsten W. Lauritsen

Pedro Alfonso Martín accede a la presidencia de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife) tras 30 años vinculado a la patronal. Es desde el miércoles, cuando relevó a José Carlos Francisco gracias al apoyo del 70% de la asamblea general, el quinto presidente de una organización en cuyo comité entró por primera vez en 1992 como líder de los jóvenes empresarios.

¿En algún momento pensó al comunicar su candidatura a la presidencia de la CEOE que podía suceder lo que sucedió?

No, para nada. Uno no se presenta a unas elecciones en una institución sin saber que tiene ciertas garantías de que lo van a respaldar. Hablé con los empresarios y vi que había bastante predisposición a que presentara mi candidatura, y eso fue lo que hice. Hablé con todos.

¿Con todos?

Sí sí, con todos, incluidos los que fueron en la otra plancha, los que intentaron ir en la otra plancha. Solo hubo una persona que me dijo de entrada que no; todos los demás me dijeron que sí. Y sobre todo me pedían, por razones de estabilidad institucional, que procurara que hubiera una sola lista. Entonces le ofrecí a todo el antiguo comité ejecutivo seguir en el mismo comité ejecutivo, de modo que lo único que cambiara fuera la presidencia. Todos me dijeron que sí. Todos, como le digo, menos uno. La sorpresa fue cuando empezaron a llegarnos declaraciones de Victoria González, que quería presentarse, cuando todavía no era miembro de esta confederación. Pero bueno, tampoco pasaba nada. Y luego ya hubo organizaciones que comenzaron a apoyarla cuando también me habían dicho que sí. Así que lo que hice fue buscar gente que me apoyara en esos sectores, y lo conseguimos, hicimos una muy buena candidatura. Tanto es así que primero tuvimos el 80% de los avales y luego, más del 70% de los votos definitivos, con lo que estoy muy satisfecho y muy contento.

¿Victoria González Cuenca no formaba parte de la confederación?

No, cuando ella hizo las primeras declaraciones no era miembro de esta casa. Lo fue varios días después, cuando la presentaron como número dos de la lista a la junta directiva de Femete. A partir de ese momento, e incluso antes por lo que he visto en estos dos días que llevo de presidente, ya que hasta entonces estaba totalmente fuera del proceso electoral, el director general, que es quien hizo las funciones de secretario para este procedimiento, se puso en contacto con ella para ponerse a su disposición, y a medida que fue pidiendo papeles, listados o cualquier aclaración, se le contestó a absolutamente todo. Luego las declaraciones que hacía en los medios de comunicación no se ajustaban a lo que Eduardo Bezares [el director general] le iba aportando, y empezamos a ver que había una campaña mediática que trascendía más allá del propio interés de los empresarios e incluso del propio interés de la confederación. Nosotros decidimos seguir adelante, presentando nuestra candidatura con 142 avales, cuando necesitábamos 62, y esperamos a que se presentara algún candidato más. El debate y las distintas opciones nos parecen muy bien. Lo que pasa es que aquí hay unas normas éticas, y las normas éticas, las escritas y las no escritas, piden que las cosas que hay que resolver dentro de la casa efectivamente se resuelvan dentro de la casa. Lo que no es de recibo, bajo ningún concepto, es que un viernes a las dos de la tarde se empiecen a mandar cartas con acusaciones totalmente infundadas y tergiversadas y que el martes por la mañana ya estén publicadas en los medios de comunicación. Igualmente se le contestó, por parte del presidente, al día siguiente, cuando, además, el informe ya solo estaba pendiente de firma. Pero claro, ya empezamos a ver que había una importante guerra sucia detrás. Decidí no responder en los medios. Decidí que la institución estaba por encima de cualquier candidatura, incluso de la mía, y que esto había que resolverlo dentro de casa, dentro de la CEOE.

¿Le costó mantenerse en silencio ante las acusaciones?

No, qué va. Soy una persona bastante equilibrada y sensata, al menos eso creo, y soy muy muy proclive al diálogo. Lo negocio todo. Como dicen mis amigos: negocio hasta la forma de negociar. Lo que me preocupaba era el daño reputacional que podían tener los empresarios. Es muy fácil atacar a los empresarios desde fuera, porque al fin y al cabo siempre hay intereses, pero que desde dentro haya quienes se dediquen a esto, por más que sean una muy pequeña minoría, pues nos iba a dañar. Me llamaban y me decían esto qué es, qué ha pasado, por qué esta persona dice esto y aquella otra dice esto otro..., y yo les decía que aquello era por esto y que lo otro era por lo otro, que eso estaba o no arreglado y que estos mienten y aquellos no. En fin, lo que fuera. Eso conllevó no solo que nuestra lista se cohesionara más, sino que esa cohesión incluso fuera más allá de la lista. Por eso fuimos elegidos por amplia mayoría.

Entraron en juego incluso empresarios ajenos a la CEOE.

Sí sí, hay empresarios de fuera de la CEOE que empezaron a tomar partido y a apoyar una serie de temas, pero bueno, si se sentían empresarios y querían hacerlo, hasta ahí llego. Me preocupaban más algunos movimientos políticos que pudiera haber para influenciar, y, además, para influenciar de manera importante en algunas empresas privadas y en algunas otras empresas de carácter público.

¿Hubo movimientos políticos?

Sí, según nos han dicho las personas afectadas, sí los ha habido. Obviamente, si cada uno se siente amenazado o siente que han atentado contra su derecho al honor, pues a nivel personal podrá actuar como considere, pero nosotros, como confederación, en principio no vamos a hacer absolutamente nada. Lo que al parecer se ha hecho de puertas adentro de cada cual, pues cada uno sabrá lo que fue y cómo fue. Pero lo que hicieron con nosotros lo hicieron públicamente. Y nosotros lo que hacemos es defendernos públicamente. Fueron bastante decepcionantes esas prácticas. Pensábamos que estaban erradicadas de Canarias desde hace muchos años, pero parece que hay algunas personas a las que todavía les gusta usarlas. Pero bueno, ha pasado ya... La columna vertebral de este mandato es diálogo, mano tendida, respeto, ética, igual preocupación por los pequeños que por los grandes empresarios y que no haya distancia entre las islas capitalinas y las no capitalinas.

Denunciaron que usted no había dimitido de la secretaría general tras comunicar su candidatura.

Esa es la gran mentira de todo esto. El día que se convoca la junta directiva presento por escrito mi renuncia a gestionar el proceso electoral. Lo hago por ética, por transparencia y porque entendía que no podía ser juez y parte, y así lo manifesté, insisto, por escrito. El presidente [José Carlos Francisco] se enteró ese mismo día de mi decisión, y ese mismo día lo comenta con la junta directiva, porque, además, yo le pedí que se lo dijera a la junta. Él lo comenta y propone que la persona que lleve el proceso electoral sea Eduardo Bezares. Y ya está: la junta directiva, unánimemente, lo aprueba. Pero claro, en esa junta directiva, esa que unánimemente da su aprobación, están presentes Femete, Ashotel, Facca y las demás asociaciones que apoyan la otra alternativa. Con lo cual, supongo que si yo sé sumar, como dijo José Carlos Francisco, pues otras personas pueden oír.

También denunciaron que se solicitaron avales en su favor como único candidato.

Vamos a ver. Yo presento mi candidatura el día que tengo que presentarla, después de convocarse las elecciones, y a partir de ahí, ese mismo día, me pongo a trabajar. En principio solo, y luego con una amiga, totalmente ajena a la confederación, que me estuvo ayudando; y entre los dos, en cuestión de diez días, conseguimos la mayoría de los avales, más los avales que me consiguió, obviamente, el resto del equipo que iba conmigo en la plancha. ¿En qué sentido? Pues si a mí Fepeco me apoya, pues me da el apoyo de sus dos miembros de la junta directiva. Lo mismo Fauca, Fedeco o Asaga, por ejemplo. La otra candidatura llegó el último día, y llegó duplicada. Presentaron una candidatura por registro, según he visto ahora, y otra por e-mail. Y en una había un aval más que en la otra. El director general les solicitó que lo subsanaran, y se subsanó. Y se acabó, no hubo problema. Luego todo eso lo revisó un bufete de abogados externo a esta casa para que no hubiera suspicacias, y dijo que no había ningún inconveniente. Al final, lo evidente es que no llegaban al número mínimo de avales, que era 62. Fíjese qué curioso: había personas que llevaban avales de terceros que se quedaron sin poder ejercitar porque esas empresas no habían pagado las cuotas. El proceso fue farragoso, fue largo, y había que revisarlo todo para que hubiera las máximas garantías jurídicas. Pero yo sigo diciendo lo mismo: en esta mochila lo único que cabe es ilusión, ganas de trabajar y ganas de servir, lo demás se va a quedar atrás.

La tercera denuncia tiene que ver con lo que José Carlos Francisco transmutó en El curioso caso de Benjamin Button. La empresa a la que usted representaba como miembro de pleno derecho de la CEOE le retiró su condición casi ‘in extremis’. Se dio de baja, vamos.

El último día, una hora antes de cerrar el registro. Es curioso, sí. La empresa nunca contactó conmigo, y hasta hoy tampoco ha contactado conmigo para darme una justificación. Tampoco se la pido. Pero sí es cierto que fue así. Los abogados valoraron ese escrito, y al amparo de una sentencia del Tribunal Constitucional, que deja claro que tenía el derecho fundamental de poder subsanar esa anomalía, deciden darme la opción de subsanarla. Y yo me niego porque creo que podía presentarme por haber presentado los avales en su momento con esa empresa sin que hubiera ningún problema. No obstante, y para mayor garantía jurídica, comento esto con los miembros de la CEOE cercanos a mí y me ofrecen casi una docena de empresas para elegir entre ellas; elegí una y lo subsané en el tiempo que me dieron para ello, que fueron 24 horas.

Es tan curioso que hay a quienes les huele mal.

Es decepcionante. Prefiero quedarme con decepcionante. Pero le voy a decir algo: a mí me preocupan las instituciones, la representatividad y la imagen de la confederación de empresarios. Las personas van y vienen, las personas cambian y las personas te traicionan, pero hay que vivir con eso. La verdad los pone a todos en su sitio.

De modo que se ha sentido traicionado.

Sí, bastante. Bastante. Por algunas personas que antes de una junta directiva no solamente me saludaban, sino que me abrazaban, y luego en la junta directiva leían cartas y me insultaban.

¿Hasta el punto de los insultos?

Sí. Ha sido bastante desagradable. Pero no solo ha sido a mí: ha sido a José Carlos Francisco, a Eduardo Bezares y a cualquier empresario que pensara distinto a ellos. Ha sido muy desagradable, de verdad.

Por cierto, ¿es usted empresario? Lo pregunto porque hay quienes dijeron que la CEOE debía estar presidida por un empresario y no por un «técnico».

Es gracioso. José Fernando Rodríguez de Azero tuvo a bien, en el año 1992 o 1993, no lo recuerdo con exactitud, nombrarme miembro del comité ejecutivo de CEOE-Tenerife como presidente de Jóvenes Empresarios. Y no se es presidente de Jóvenes Empresarios si no tienes empresas. Tenía mis transitarias, mis convenios con las agencias de aduanas, tenía una pequeña consignataria de buques..., y me dedicaba a trabajar. Y teníamos un nivel de ingresos de diez o doce millones de euros, al cambio, porque en aquel entonces eran pesetas, y unos 50 empleados que sí, que cobraban su nómina todos los meses. A estas alturas de mi vida no voy a demostrar si tengo o no cualificación o si tengo o no tengo esto o aquello. Lo que sí tengo es la representatividad y el respaldo de la mayoría de los empresarios de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Eso para mí es un orgullo; y de lo demás, dentro de tres días nos olvidaremos todos.

Vaya momento para asumir la presidencia de la patronal: la inflación desbocada, la guerra, la crisis del transporte y las materias primas...

Bueno, pero también era un momento difícil hace tres días. Crisis ha habido siempre, el problema es superarlas rápido y bien. Desgraciadamente hay un retraso crónico en la toma de decisiones por parte de las administraciones públicas. Nosotros, como confederación de empresarios, ponemos propuestas encima de la mesa. Hemos pedido la rebaja de la fiscalidad, ayudas al transporte, ayudas a los productos de primera necesidad..., y no se ha hecho nada. Estamos esperando a que los hechos se consumen. Cuanto más se tarde, más se perderá y más difícil será recuperar lo perdido.

¿Ve inacción en el Gobierno de Canarias?

Yo no creo que llegue a la inacción, creo que el hecho de que se pongan a trabajar en algunos momentos en secuencia después de Europa y después del Estado... En fin, perdemos tiempo. Si el Estado tiene capacidad para decirles a las Comunidades Autónomas cuáles son las líneas que va a trabajar, entonces ya sabes las que no se van a trabajar. En cualquier caso, como confederación vamos a apoyar al Gobierno que esté. Independientemente de que estemos de acuerdo con las medidas en mayor o menor grado, vamos a apoyar al Gobierno, porque el fin último de la confederación es crear progreso, riqueza y empleo. Igual que pedimos respeto absoluto a las elecciones de la CEOE, mantenemos respeto absoluto por la gestión política. Nosotros terminamos en dar nuestra opinión.

Y en esa opinión está la necesidad de bajar el tipo general del IGIC del 7 al 5%.

Nos gustaría que volviera al 5%. Acabamos de conocer los datos de recaudación del IGIC de los dos primeros meses, con un 30% más. Eso son 300-350 millones de euros de una bolsa no prevista, debida a la inflación, con la que se podría hacer algo. También creo que en la liquidación definitiva del Gobierno hay un porcentaje del superávit de unos 200 millones más, con lo que hay una bolsa de unos 500 millones que, salvando una parte importante para el estado del bienestar, está mejor en manos de las empresas y las familias. Hay suficientes recursos. Obviamente es la extrapolación de los dos primeros meses del año, pero hay posibilidades.

¿Cuánto le preocupa el futuro del Régimen Económico y Fiscal? (REF).

Pues en vez de ir a menos, cada vez me preocupa más. Empezó con un problema en el tema audiovisual, luego con los plazos de la Zona Especial Canaria, después con la RIC [Reserva para Inversiones en Canarias], más tarde con el trading... Y encima hemos leído estos días que hay una interpelación inicial, o no sé si tiene algo más de visos, de la Unión Europea, que no ve bien que Canarias se pueda quedar fuera del límite del 15% del Impuesto sobre Sociedades, de la armonización fiscal que quiere hacerse. Cuando surgió este tema, esta confederación y este ex secretario general avisó que era importante poner una salvedad en la ley. No es de recibo que Canarias tenga la consideración de RUP, que se le reconozca que necesita más fondos e incentivos fiscales para salir adelante y poder competir en igualdad con el resto del territorio, y que me digas que me vas a igualar por la base del 15%, porque entonces no vendrá ninguna inversión. Creo que es la línea roja que el Gobierno de Canarias no debe permitir.

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