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Naviera Armas Trasmediterránea garantiza su continuidad gracias al "legado extraordinario" de Antonio Armas

Antonio Armas Mead, hijo del armador y directivo de la compañía, agradece las muestras de cariño y envía un mensaje de tranquilidad sobre el futuro de la firma

Terminal de Naviera Armas Trasmediterránea en el Puerto de Las Palmas desde la que lleva a cabo gran parte de sus operaciones. | LP/DLP

El repentino fallecimiento de Antonio Armas Fernández a los 76 años no afectará a las operaciones de Naviera Armas Trasmediterránea, el grupo marítimo que impulsó durante más de medio siglo. El hijo del armador, Antonio Armas Mead, se dirigió en la noche de este martes a trabajadores e inversores para lanzar «un mensaje de absoluta tranquilidad y continuidad» de las compañías, que en los dos últimos años hicieron frente a un proceso de reestructuración para atajar la delicada situación financiera generada a raíz de la compra de Trasmediterránea y la parálisis del transporte por la pandemia, proceso que concluyó con la puesta en marcha del denominado Plan Futuro, presentado el pasado noviembre. 

En el mensaje, encabezado por el membrete familiar con una doble letra A, Armas Mead agradece las muestras de cariño y respeto que ha recibido en el último día y reconoce que todos se encuentran sumidos «en el dolor y la tristeza» ante la partida inesperada del patriarca, que comandó los designios de la naviera durante medio siglo transformando una pequeña empresa familiar en una de las principales compañías marítimas de Europa. «Mi padre dedicó toda su vida a su familia, al trabajo y a su empresa, que situó en una clara posición de liderazgo nacional e internacional», agrega. 

«Mi padre dedicó toda su vida a su familia, al trabajo y a la empresa»

Antonio Armas Mead - Directivo de Naviera Armas Trasmediterránea

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Armas Mead destaca en la misiva las pautas de trabajo que siguió Armas Fernández al frente de la naviera hasta situarla como referente nacional e internacional: «Renovando flota para la mejora del transporte marítimo y teniendo siempre presente su origen y sentimiento netamente canario». Su «intuición, conocimiento, experiencia y dedicación» fueron los pilares sobre los que se levantó la compañía y tras su fallecimiento «se convierten en un legado extraordinario». 

El armador, que hasta el último día se mantuvo involucrado en la gestión de la empresa con iniciativas como la solicitud de ampliación de superficie para la terminal de pasajeros y mercancías del Puerto de Las Palmas, falleció dejando una flota de 25 buques compuesta por embarcaciones de carga, ferris convencionales y catamaranes de última generación. En los últimos años, Naviera Armas había llevado a cabo la estratégica adquisición de Trasmediterránea, una operación valorada en algo más de 400 millones de euros.

La adquisición, que incluyó algunas modificaciones temporales en las rutas que operan las dos compañías a requerimiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), se materializó a partir de 2018, y supuso la creación de la mayor naviera de pasajeros y mercancías de España y una de las principales de Europa. Sin embargo, la irrupción de la pandemia en marzo de 2020 supuso un freno a los planes del grupo marítimo debido a la disminución de la mayor parte de las operaciones y a la paralización de otras, como las líneas con el norte de Marruecos. Armas inició un proceso de reestructuración de su deuda y en noviembre de ese año solicitó a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) un rescate a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas que todavía no ha sido resuelta, debido en gran parte a la prudencia que la administración aplica en este tipo de operaciones tras el caso de la aerolínea Plus Ultra. 

Mientras tanto, Antonio Armas encontró una solución en Emanuele Grimaldi, representante de otra saga familiar de navieros con intereses en el transporte de pasajeros y mercancías. La firma italiana adquirió el negocio entre Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares que hasta entonces operaban los buques de Armas y Trasmediterránea. El acuerdo, anunciado en abril del año pasado y materializado a partir del verano, incluía el traspaso de hasta cinco ferris, así como la cesión de las concesiones de las terminales de los puertos de Barcelona y Valencia, por una cantidad cercana a los 400 millones de euros. 

La compañía canaria se lanzó entonces a la elaboración del denominado ‘Plan Futuro’, un proyecto estratégico presentado el pasado noviembre en la terminal de la dársena de África que supone la integración de las dos navieras, la búsqueda de su rentabilidad y la transformación del grupo. La propuesta, basada en cinco ejes de actuación –cliente, costes, digitalización, gobierno y talento–, incluye también una nueva estructura corporativa en la que Armas Fernández continuaba como presidente con Fernando Val como nuevo consejero delegado. 

Durante este tiempo de integración y reestructuración, Naviera Armas también ha incorporado a su flota dos embarcaciones de alta velocidad, el Volcán de Tagoro y el Volcán de Taidía, que apuntalan uno de sus proyectos estrella, la conexión marítima rápida entre las dos capitales canarias. Además, la compañía recuperó a finales del pasado julio la ruta entre Canarias y Huelva que había cedido temporalmente a la firma de origen alemán FRS Iberia. 

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