Ahora sí que ha sido el adiós definitivo de Bankia. Con la integración tecnológica, operativa y comercial llevada a cabo a lo largo de este fin de semana, la mayor del sector en España, se ha cerrado la absorción de esta entidad por parte de CaixaBank y a partir de hoy empieza a operar realmente como un único banco, con la marca de la estrella de Miró como enseña. Es la más reciente de las integraciones en el sector bancario español y los expertos prevén que no será la última: encima del tablero están por ejemplo Banco de Sabadell y BBVA, cuya unión ya se frustró hace un año, pero cuanto más tiempo duren los tipos de interés cero más probabilidades hay de nuevos matrimonios.
El camino de la nueva CaixaBank comenzó en septiembre del año pasado y cobró impulso con la implicación directa de los dos principales accionistas de la nueva entidad: el presidente de la Fundación La Caixa y de Criteria, Isidro Fainé y la que entonces era vicepresidenta segunda (hoy primera) y ministra de Economía, Nadia Calviño. Lo recordaba el primero durante el discurso de clausura del XX Congreso de directivos CEDE, organización que preside, celebrado en Córdoba el pasado 4 de noviembre. Al alabar el interés de la principal responsable de la política económica por el mundo de la empresa recordó que entre ambos hallaron el camino para «crear el primer banco de España».
Fue precisamente el empujón que dieron a la operación el que consiguió consolidarla y que fuera ratificada por las juntas de accionistas hasta empezar el desembarco a finales de marzo, con un 30,012% de la fundación La Caixa, a través de Criteria; y del Estado, a través del FROB, con el 16,117%, con José Ignacio Goirigolzarri (Bankia) como presidente y Gonzalo Gortázar (CaixaBank) como primer ejecutivo.
Por ahora, el Estado solo ha recuperado 346 millones de los 24.069 millones que inyectó para el rescate de Bankia. La cifra solo mejorará en la medida que aumente el valor en bolsa de la entidad cuando el sector público decida vender su participación, para lo que se ha dado de plazo hasta diciembre de 2023.
Según CaixaBank, la integración tecnológica, que ha sido más rápida de lo previsto, marca un momento «fundamental en todo proceso de fusión, puesto que supone unir bajo un único sistema toda la información comercial y todos los canales operativos de las entidades». Tras finalizar este proceso, que estuvo precedido por una reducción de plantilla de 6.452 personas, el mayor ERE del sector bancario español, no habrá diferencias en la oferta comercial y en la capacidad operativa. Todas las oficinas ofrecerán el mismo catálogo de productos y servicios, y trabajarán con la misma plataforma tecnológica. Asimismo, todos los clientes, independientemente de que su banco fuera CaixaBank o Bankia, tienen la misma oferta a través de los mismos canales digitales. Es el adiós definitivo a Bankia, una marca que suma varias entidades de ahorros encabezadas por Caja Madrid, que habrá vivido apenas una década.
En Canarias el ERE de CaixaBank afectó a 253 empleados, todos de las oficinas de la provincia de Las Palmas, salvo uno de Santa Cruz de Tenerife. Esta circunstancia se debió, entre otras razones, a la mayor presencia de Bankia en la provincia oriental tras la entrada de La Caja de Canarias en la integración. El volumen total de clientes en Canarias del nuevo grupo bancario tras la operación es de 1.078.000, de los que 370.000 proceden de Bankia.
Comisiones
La previsión era transmitir el fin de semana la información de 7,6 millones de clientes activos de Bankia con un volumen de 10,4 PetaBytes, que equivale a 45 veces la capacidad almacenada en Spotify o al peso de 1.800 millones de canciones en formato mp3 de alta calidad. En total, son 2.500 millones de documentos digitalizados (DNI, contratos, entre otros) que, extendidos en papel, ocuparían más de 20.000 campos de fútbol.
Al finalizar la fase de migración, tanto la web de Bankia, www.bankia.es, como su aplicación de banca móvil se ha redirigido a la web comercial de CaixaBank, www.caixabank.es, y a las aplicaciones CaixaBankNow e Imagin.
Los números de cuenta cambian y desaparece el IBAN correspondiente a Bankia, pero el cliente no ha tenido que hacer nada. Los clientes vinculados de Bankia pasan a beneficiarse del programa Día a día de CaixaBank, que ofrece de forma gratuita la operativa y los servicios más habituales. Para beneficiarse de ella, basta con cumplir unos requisitos básicos de vinculación: tener domiciliados los ingresos y tres recibos o hacer tres pagos con tarjeta de crédito al trimestre. En total, más de 13,6 millones de clientes tendrán gratis sus operaciones más usuales con el banco. El banco destacó que tres de cada cuatro clientes estarán exentos de comisiones por la operativa y servicios más habituales.
Los clientes de Bankia adscritos al programa Por ser tú pasan a integrarse en Día a día de CaixaBank, que ofrece de forma gratuita la operativa y los servicios bancarios más habituales con el único requisito de la vinculación del cliente. En cuanto a los clientes de Bankia que no estén vinculados y decidan mantener su tarjeta de débito, pasarán a pagar 36 euros anuales a partir del próximo 1 de enero de 2022, frente a los 28 euros que pagaban con anterioridad.
El director de Medios de CaixaBank, Luis Javier Blas Agüeros ha comentado que «la integración tecnológica es un momento crucial en todo proceso de fusión y, en este caso, afrontábamos una de las mayores operaciones vividas en la historia del sector financiero español, por volumen de negocio, la cantidad de datos y la complejidad de las estructuras tecnológicas. Es fundamental haber conseguido realizarla de forma rápida, minimizando el impacto para los clientes y con plenas garantías de seguridad».
A partir de ahora el sistema pasa a gestionar un volumen de hasta 29.000 transacciones por segundo y una red que une más de 16.000 servidores. Se trata de la infraestructura tecnológica necesaria para desplegar toda la oferta comercial y dar servicio a todos los clientes del grupo: 21 millones de usuarios, de los cuales 10 millones son también clientes de los canales digitales.
La integración ha implicado también la unificación de la plataforma tecnológica con la que trabajan todos los empleados del Grupo CaixaBank. Si bien los profesionales procedentes de Bankia disponen de un equipo informático de CaixaBank desde hace meses, a partir de la integración ya pueden consultar en él la información de sus clientes para continuar con la operativa financiera.
