La Comunidad Autónoma se hace cargo de pagar el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de los alrededor de 2.300 alojamientos turísticos que hay en Canarias. No efectuará el abono de forma directa, sino que les concederá a las empresas que explotan hoteles, apartamentos y similares una subvención equivalente al coste del recibo del IBI, el tributo que en el Archipiélago se conoce popularmente como la contribución. El Ejecutivo regional destina para esta ayuda un montante de 63 millones de euros, si bien está previsto que esta cuantía se incremente hasta los 80 millones en caso de que sea necesario. Las patronales turísticas y hoteleras de las Islas venían insistiendo en la necesidad de aprobar estas subvenciones cuanto antes, un objetivo hacia el que se aceleró de forma notable después de que en junio Román Rodríguez, consejero de Hacienda, y Yaiza Castilla, consejera de Turismo, acordaran con el sector que sería este último departamento el encargado de la gestión de los dineros.

Castilla explicó ayer que se ha conseguido dar este «estímulo» a las empresas del alojamiento turístico –castigadas con especial dureza por la crisis del coronavirus y la casi desaparición de los turistas, sobre todo de los extranjeros– en un «tiempo récord» desde que su consejería asumiera el control de estos fondos. Hay que recordar que la idea inicial era que todo el dinero –80 millones– se usara para compensar el IBI a los hoteles y apartamentos, si bien en aquella reunión de junio también se acordó destinar 15 millones de euros para los bonos turísticos –ya sorteados y a punto de ser entregados a los 50.000 agraciados– y que el resto fuera para cubrir el impuesto. De hecho, al final el Ejecutivo está dispuesto incluso a llegar a los 80 millones ya previstos para el IBI de las empresas de alojamiento, con lo que el sector podría beneficiarse de un total de 95 millones de euros. «Se trata de ayudarlos en el camino hacia la recuperación y de amortiguar pérdidas tras largos meses cerrados», señaló Castilla.

El proyecto de decreto ley aprobado por el Consejo de Gobierno, que tendrá que ser convalidado por el Parlamento, establece la concesión directa de las subvenciones, lo que agiliza los trámites y el abono de las ayudas. Unas ayudas que se limitan al recibo del IBI de 2021, es decir, que su importe será el equivalente a la cuota íntegra o, en su caso, a la cuota líquida del impuesto en el actual ejercicio –la cuota líquida es el resultado de restarle a la cuota íntegra las bonificaciones y/o deducciones a las que la empresa tenga derecho, con lo que de haber cuota líquida siempre será esta última la subvencionada–. Además, hay que tener en cuenta que la empresa debe pagar el tributo a su Ayuntamiento para luego tramitar la ayuda por el mismo importe. Al final el IBI puede salirle por cero euros, pero antes que nada debe abonar el recibo.

El Gobierno de Canarias calcula que el número de entidades beneficiarias oscilará entre las 2.500 y las 3.000; sin embargo, la cifra será algo menor. Las empresas que pueden acogerse a las ayudas son aquellas que tienen como actividad principal la de hoteles y alojamientos similares o la de alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, que según los últimos datos oficiales suman, exactamente, 2.331. Todas ellas, eso sí, deberán acreditar que han sufrido una caída de la facturación de al menos un 30% en relación con 2019, el año anterior al estallido de la pandemia. Este requisito, no obstante, es casi una formalidad, ya que será muy difícil encontrar un hotel o unos apartamentos que no hayan perdido bastante más que un 30% de las ventas tras la irrupción de la covid-19. Por último, también tendrán que demostrar que no han percibido subvenciones que, en total, excedan los topes establecidos en el Marco nacional temporal de ayudas de Estado.

El plazo para la presentación de solicitudes, que se tramitarán en exclusiva de forma telemática, será del 10 de septiembre al 4 de octubre, ambos inclusive.