La totalidad del tejido empresarial de Canarias es potencialmente beneficiario de las ayudas directas destinadas a las Islas, desde los grandes grupos empresariales hasta los autónomos que son personas físicas. Sin embargo varios sectores económicos de las Islas advierten que si el Ministerio de Economía no modifica el listado de actividades empresariales hasta el 60% de las empresas canarias se pueden quedar fuera de las ayudas del Estado, sobre todo las industriales y los autónomos.

De hecho, los representantes de los trabajadores autónomos están en contacto con el Ministerio de Economía para ampliar las actividades que se pueden beneficiar de las ayudas. El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Canarias, Juan Carlos Arricivita, advierte que peluquerías, academias de formación, autoescuelas o tiendas de souvenirs se quedan fuera del listado publicado en el BOE, por lo que demanda que “se incluyan más sectores y se determine la caída de la actividad porque muchas de estas pequeñas empresas y autónomos se ven arrastrados por el descenso del sector turístico”.

Arricivita espera que con la “presión” que se está ejerciendo en Madrid se pueda modificar el listado y cuestiona que con 3.000 euros de ayuda no se puede solventar la caída de la facturación provocada por un año de pandemia. También advierte que estas subvenciones vienen algo “envenenadas” porque las empresas beneficiadas tienen que mantener la actividad al menos hasta junio de 2022.

A nivel nacional, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, denunció ayer que el reparto por comunidades autónomas de las ayudas directas para pymes y autónomos genera una “gran distorsión” entre los autónomos de diferentes regiones. “Habrá autónomos de primera y de segunda, según hayas sido afortunado de tener tu actividad en una comunidad u otra. Unos tendrán más recursos que otros”, advirtió Amor en su cuenta de twitter. Según criticó el presidente de ATA, esta distribución de los fondos “castiga” a los autónomos de unas comunidades frente a otras, lo que resulta “un poco incoherente” teniendo en cuenta que los autónomos han sufrido las consecuencias de la pandemia “por igual” en toda España.

“De los 9.400 euros por autónomo en Baleares, los 8.800 de Canarias, los 4.100 euros de Ceuta a los 1.130 euros por autónomo en Galicia. Un reparto muy injusto. Autónomos de primera y de segunda”, se queja Amor.

Tampoco los industriales canarios están satisfechos con el listado de actividades publicado en el BOE. Por ello la patronal Asinca ha pedido a las dos patronales canarias que intercedan ante la CEOE para que se amplíe con el fin de acoger a la cadena de valor de las industrias canarias que se han visto afectadas con caídas de facturación de entre el 40 y el 70% por el brusco descenso del turismo.

Los industriales defienden que el criterio principal sea la bajada de facturación y no solo poner el tope del 30% y que se incluya a toda la cadena de valor del sector en las Islas.

El tejido empresarial de Canarias está formado por unas 145.000 empresas, de las cuales unas 90.000 son autónomos con asalariados y entre 55.000 y 60.000 empresas entre pymes y grandes sociedades. Además hay unos 40.000 autónomos que son personas físicas, es decir, no tienen trabajadores a su cargo. Potencialmente todo el tejido productivo de las Islas puede solicitar las ayudas del Estado, aunque los principales grupos empresariales turísticos demandan que se incremente el tope de las ayudas por encima de los 200.000 euros, hasta el millón de euros.