Los sindicatos retoman las calles y exigen la derogación ya de la reforma laboral

Los sindicatos CCOO y UGT protagonizaron ayer medio centenar de concentraciones de delegados sindicales en distintos puntos del país bajo el lema “Ahora sí toca”. Coincidiendo con el aniversario de la entrada en vigor de la última reforma laboral, la del PP de 2012 que desembocó en una huelga general, las organizaciones sindicales mayoritarias exigieron la derogación de dicha norma, un nuevo marco que garantice pensiones dignas y continuar, también este año a pesar de la pandemia, con el crecimiento del salario mínimo interprofesional (SMI). En Canarias, según cálculos de los convocantes, alrededor de cien mil trabajadores se verían beneficiados por este último incremento.

A las 12.00 del mediodía aparecieron los delegados sindicales –la convocatoria no era abierta para cumplir con las restricciones sanitarias– frente a la sede del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, participaron en esta protesta.

En ese momento, en el Archipiélago –11.00 horas– se iniciaron las movilizaciones convocadas; las principales frente a la Delegación del Gobierno, en Las Palmas de Gran Canaria, y la Subdelegación de Santa Cruz de Tenerife. A esa última acudieron los secretarios regionales de las organizaciones sindicales, Manuel Navarro (UGT) e Inocencio González.

El mensaje de ambos fue inequívoco en cuanto a la necesidad de no paralizar la negociación colectiva por la pandemia global. El pasado 2020, el SMI subió de 700 a 950 euros. “Dejar pasar 2021 por ser un año complicado aleja el objetivo de alcanzar dentro de dos años el 60% del salario medio”, advirtió González.

Incluido en el programa

Un hito que, como se encargó de recordar, Manuel Navarro, “está incluido en el programa del Gobierno” central que integran PSOE y Podemos. El secretario general de UGT-Canarias situó como protagonistas de la congelación que rechazan a “los desacuerdos” entre los socios y no a “cuestiones ideológicas”.

Entre los sindicatos sentó especialmente mal el camino tomado por varios ministros socialistas al final del pasado año, cuando expusieron que mantener en los 950 euros mensuales el SMI no era sino dar más tiempo al diálogo social. Inocencio González lamentó que Nadia Calviño, titular de Economía, expusiera, ya en enero, que la inexistencia de acuerdo para la subida demostraba la ausencia de necesidad. “En la práctica, eso fue dar libertad de veto a la patronal”, lamentó el secretario general de CCOO-Canarias.

Según los sindicatos, los cien mil canarios a los que afectaría de manera positiva la subida del SMI se concentran en sectores como la alimentación, el pequeño comercio, la agricultura o, añadió Navarro, “también algunas empresas de servicios sociosanitarios”.

Por otro lado, los responsables en el Archipiélago de los dos sindicatos mayoritarios expusieron la necesidad de derogar la reforma laboral. “En realidad, las dos últimas, también la de Zapatero, fueron lesivas para los intereses de los trabajadores”, detalló el secretario general de UGT-Canarias. Los representantes de los trabajadores pretenden devolver el vigor perdido a la negociación colectiva.

Si se mantiene la ley que está en vigor, “se producirá una salida de esta crisis idéntica a la anterior”, avanzó Inocencio González. Es decir, los ajustes salariales y de plantillas –con despidos objetivos low cost– serían grandes protagonistas en el necesario incremento de la competitividad para la reactivación de la economía.

En cuanto a la reforma del sistema de pensiones, Manuel Navarro señaló la dificultad que entraña acceder a percepciones “decentes calculando sobre el salario de 24 años” o 25 (en 2022). De igual modo juzgó las “dificultad de percibir el cien por cien teniendo que cotizar 38,5 años”. Su homólogo en CCOO-Canarias señaló que “ya toca retomar el diálogo que se dejó pendiente por la pandemia”.