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Los comerciantes se suman a los hoteleros y redoblan la presión al Gobierno para que rebaje el IGIC

Las ventas caen un 15% en 2020 y el sector pierde 11.500 puestos de trabajo en Canarias

El comercio tinerfeño contra las cuerdas por la pandemiaMaría Pisaca

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Los comerciantes de Canarias vivieron en 2020 un año negro en el que las ventas se desplomaron un 15%. El arranque de 2021 tampoco está siendo mejor para una de las actividades económicas con más presencia en el Archipiélago. Por eso, reclaman al Gobierno de Canarias una rebaja del Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) con el objetivo de revitalizar el consumo sobre todo durante el segundo semestre del año, cuando se espera que la incidencia de la pandemia permita una reactivación de la economía.

Los comerciantes se suman así al sector hotelero que ya solicitó hace unas semanas una reducción del 7 al 5% del tipo general del IGIC para la actividad turística y redoblan la presión al Gobierno de Canarias, que ya se ha mostrado reacio a reducir este impuesto.

Sin embargo, la Cámara de Comercio considera que la rebaja del IGIC podría ser un revulsivo para reactivar las ventas y asegura que se trata de una medida que han tomado ya otros países del entorno europeo como Alemania. Sin embargo, a diferencia de los hoteleros, los comerciantes no especifican de cuánto tendría que ser esa rebaja. “Eso es algo que debe valorar el Ejecutivo, pero creemos que podría ser un impulso que genere estímulos al consumo, tanto de los residentes como de los turistas”, valora la directora general de la Cámara, Lola Pérez. Además, el sector insiste en la importancia de repartir cuanto antes ayudas directas para paliar las pérdidas que está sufriendo y evitar así el cierre de más empresas y reclama también que el Gobierno de Canarias pueda repartir vales de compra entre las familias más desfavorecidas para incentivar el consumo.

El sector comercial atraviesa su mayor crisis desde los años del crack financiero y así lo corroboran todos los datos. Esta es una de las actividades más afectadas por las restricciones de movilidad y reducciones de aforo y ha visto desaparecer una gran parte de sus clientes, los turistas, mientras que los locales también han visto limitada su capacidad adquisitiva debido a la crisis. No solo las ventas se han reducido un 15% en el último año, lo que convierte a Canarias en la comunidad donde más han caído de todo el país, sino que el descenso es además muy superior a la media nacional que cae un 6,8%. Un desplome en el volumen de negocio que tiene su inevitable reflejo en el mercado laboral. El sector comercial perdió 11.571 puestos de trabajo el año pasado, lo que supone un retroceso del 6,5%. También descendió un 7,2% el número de ocupados en el sector en el último trimestre de 2020. Al mismo tiempo las oficinas de empleo registran 9.841 parados más vinculados al sector comercial que hace un año y en diciembre el total ascendía hasta los 43.036.

El desplome de la facturación comienza también a notarse en el paisaje de las zonas comerciales del Archipiélago. Los carteles de “liquidación por cierre” comienzan ya a colocarse en los escaparates de muchas tiendas de Canarias. Un total de 865 comercios, principalmente comercios minoristas, bajaron la persiana de manera definitiva en 2020, por lo que Islas cuentan ahora con un 5,8% menos de estas empresas que al inicio de la pandemia.

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