El bitcoin ha experimentado en las últimas semanas una revalorización que ha llevado a esta criptomoneda a situarse en máximos históricos. El valor de un bitcoin se sitúa en la actualidad por encima de los 19.000 euros, una rentabilidad que atrae cada vez a más canarios que han visto un valor refugio en el que invertir en esta crisis. El incremento del valor de esta moneda virtual se ha disparado después de la irrupción de la pandemia del coronavirus y las empresas y profesionales que se dedican a este tipo de operaciones no paran de recibir peticiones de información de personas interesadas en recurrir a ella.

Enrique Hernández, economista y CEO de Canarias Bitcoin, indica que su actividad se ha triplicado desde que se decretó el confinamiento el pasado mes de marzo. “Dedico más del 50% de mi tiempo como trader a este tipo de operaciones”, explica, sobre todo por la atracción que se ha generado entre los inversores “no muy arriesgados, pero que ven que pese a la alta volatilidad del bitcoin, en cualquier periodo superior a un año siempre da ganancias”.

En su opinión, el alza en el valor del bitcoin se asienta en que este activo ha sido elegido por empresas relevantes como instrumento de inversión y valor refugio. Como resultado, ha subido un 63% en tres meses y un 146% en un año. El dinero se ha fijado en las criptomonedas otra vez y el desplome del 2018, que le llevó a hundirse un 73,5% hasta cotizar ligeramente por encima de los 3.000 euros, parece haberse superado.

MicroStrategy reconoció recientemente que ha destinado 250 millones de sus reservas a bitcoin. Square, firma del fundador de Twitter Jack Dorsey, ha divulgado que ha comprado 50 millones de dólares en bitcoin. Paypal ha sumado criptomonedas como medio de pago, y grandes magnates como el mexicano Ricardo Salinas reconocen que el 10% de sus activos líquidos están en bitcoin. El BBVA lanzará en enero en Suiza su primer servicio comercial para la compra-venta y custodia de bitcoin y Coinbase, uno de los mayores exchange de los mercados de criptomonedas, ha solicitado a la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos cotizar en Wall Street. Además, el bitcoin ya se puede comprar en cajeros automáticos y en tiendas especializadas a pie de calle en algunos lugares de España.

“El bitcoin tiene más de diez años de existencia y ha dejado de ser un producto para frikis para convertirse en un método más de inversión”, detalla Hernández, quien aunque asume que se trata de un producto “arriesgado con alta volatilidad, tiene un retorno de la inversión que no tiene otro en el mundo”. Lo que le hace augurar que la rentabilidad seguirá creciendo en 2021.

La generación de más dinero bancario y el aumento de los niveles de deuda de los países son otro elemento que potencia el precio del bitcoin. Con la crisis del Covid, los países están imprimiendo más dinero y endeudándose más, lo que incrementa las dudas acerca de la sostenibilidad de los sistemas monetarios actuales y esto puede hacer que se haya disparado el interés por estas monedas virtuales.

Origen de esta criptomoneda

El bitcoin fue creado en 2008 por Satoshi Nakamoto, nombre a través del que se esconde el autor o autores de este sistema de intercambio y reserva de valor totalmente virtual, que no depende de ningún estado. Se fundamenta el tres pilares, como expone Enrique Hernández: el blockchain, “un registro contable totalmente digital y distribuido en miles de ordenadores a la vez”; el peer to peer, al ser un sistema sin intermediarios, en el que las transacciones se realizan de forma directa entre los usuarios; y en la criptografía, que evita que puedan gastar el fondo depositado en el monedero virtual de otra persona.

El economista y asesor financiero y de inversión, Francisco J. Concepción, expone que el debate sobre el bitcoin se sustenta en estos momentos en si “las criptomonedas vienen a sustituir al dinero que usamos”.

Concepción señala que el dinero actual es fiduciario, es decir, su valor reside no en los materiales con los que está hecho, sino en la confianza depositada en este sistema por una comunidad. A diferencia del oro, cuyo valor está determinado por las reservas existentes y que ha perdurado a lo largo del tiempo, las diferentes monedas pueden perder valor a lo largo de los años, ya que los estados a través de los bancos centrales pueden emitir cada vez más cantidad de moneda.

“El bitcoin se supone que se comporta como el activo monetario bueno, que es el oro, ya que retiene valor”, apunta. Eso es así porque existe un número finito de estas monedas y su emisión se produce de manera controlada y estrictamente tecnológica.

Para Concepción, la fluctuación que ha experimentado el bitcoin desde su nacimiento se debe a una disparidad de percepciones. “Hay gente que cree que un bitcoin puede valer mucho y otros que debe valer cero”, indica, por lo que su rentabilidad futura “está determinada por si “será considerado dinero o no”.

Concepción evidencia que en las últimas semanas el interés por esta criptomoneda se ha intensificado y recomienda a quienes estén interesados en invertir “que se instruyan primero sobre qué es el dinero y en nuestra nueva realidad tecnológica”. Tras esto, “deben entender cómo funciona el mercado bitcoin, dónde cotiza, así como las cuestiones legales y fiscales”. Una vez hecho esto, “la transaccionabilidad es sencilla y hay varios operadores con los que poder trabajar”.

Para Enrique Hernández cualquiera con un buen asesoramiento puede invertir en este producto. “Puedes entrar hasta con un euro, no hay ningún filtro”, explica, aunque siempre recomienda “invertir solo aquello que te puedas permitir perder o que no necesites en el corto plazo”.

Nuevas estafas

La alta rentabilidad de esta moneda virtual ha hecho que proliferen las estafas que utilizan los bitcoin para engañar a quienes quieren obtener ganancias muy altas en un corto periodo de tiempo. Una de las últimas que ha visto la luz ha sido la presunta estafa piramidal millonaria en bitcoin operada por Arbistar, una empresa radicada en Tenerife. Una estafa que según las estimaciones publicadas podría alcanzar los 850 millones de euros y 32.000 afectados.

Hernández sostiene que el hecho de que los bitcoin sean “inconfiscables” hace que esta moneda atraiga a los ciberdelincuentes, pero recuerda que los bitcoin “son arriesgados, pero no son una estafa”, ya que este tipo de delitos las utilizan pero usan procedimientos que también podrían realizarse usando otro tipo de monedas convencionales. Y aunque admite que en septiembre este suceso generó dudas entre quienes querían invertir en esta criptodivisa, “no ha generado mal nombre a este mercado”.