La renta media de los hogares españoles ha subido un 11,5% en los últimos tres años, al pasar de 31.300 a 34.900 euros, mientras que la riqueza media se ha elevado un 0,9%. Sin embargo, los hogares jóvenes han quedado al margen de esta recuperación y presentan niveles de renta lejanos de los del periodo precrisis.

El Banco de España publicó ayer la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) relativa al ejercicio 2017, elaborada a partir de una muestra de 6.413 hogares. El estudio refleja también que la renta mediana de los hogares en España se elevó un 9,7% respecto a los tres años anteriores, al pasar de 23.300 a 25.600 euros en este periodo, con lo que regresó casi a niveles del año 2010, al tiempo que la riqueza mediana disminuyó un 6,4%, pasando de 122.900 euros en 2014 a 15.100 en 2017.

Por tipos de hogares, la renta aumenta con el nivel de educación. Es sustancialmente mayor para los hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios, y por situación laboral, los hogares en los cuales el cabeza de familia trabaja por cuenta ajena siguen siendo los que tienen rentas medias más altas. Por nivel de renta, se registraron aumentos en todos los tramos en el último trienio, con repuntes en todos los tramos de edad y situaciones laborales del cabeza de familia.

El análisis por grupos de edad muestra que se ha producido un repunte generalizado en relación a 2014, si bien se registran descensos de la renta media si se compara con el año 2011, especialmente entre los menores de 35 años, con una caída del 23% en dicho periodo, hasta los 27.300 euros.

A pesar de la recuperación de la renta de los hogares con cabeza de familia menor de 35 años, su nivel medio todavía se mantiene en el 76,7% del que tenían en 2010. Otros grupos que no recuperaron el valor de 2010 a pesar de las mejoras en la renta mediana que experimentaron entre finales de 2013 y 2016 fueron los hogares con un valor inferior de la riqueza y los no propietarios de su vivienda principal. La mayor variación en la riqueza entre hogares se dio en aquellos con cabeza de familia menor de 35 años, que sufrieron la mayor caída (-43,3%) de su riqueza neta media y una merma del 55,7% desde 2011.

El descenso más acusado en el valor mediano de la riqueza neta se produjo para los hogares cuyo cabeza de familia era empleado por cuenta propia (-14%), que se acumuló al ya experimentado entre finales de 2011 y finales de 2014 para este grupo (-17%).

Por edad, los hogares cuyo cabeza de familia era menor de 35 años tenían a finales de 2017 una riqueza neta mediana de 5.300 euros, muy por debajo de los 71.600 euros de quienes estaban en este grupo en 2011.